Una juez en materia penal dictó 10 años de prisión para Benjamín ‘N’ por envenenar a dos perros rescatistas de la Cruz Roja, llamados Athos y Tango, hechos que ocurrieron en julio de 2021. El hombre fue señalado como responsable de crueldad animal.

El hecho no sólo causó indignación, sino que se convirtió en mediático al ser uno de los primeros casos de maltrato animal que fue llevado hasta las instancias legales para su posterior juicio, que hoy dio los primeros resultados.

En un hecho histórico en México, luego de cinco días en los Juzgados de Oralidad Penal, las autoridades reconocieron a Benjamín ‘N’ como el culpable del fallecimiento de estos dos perros que pertenecían al entrenador, Edgar Martínez.

De acuerdo con la información, Benjamín ‘N’, de aproximadamente 60 años y quien expresó su deseo por asesinar a los perros, tendrá que pagar 2.4 millones de pesos por reparación de daños más otras multas. 

El caso de Athos y Tango sentó un precedente al ser el primer juicio que llega a sentencia en el país en contra de los maltratadores de animales.

La juez consideró que había suficientes elementos para demostrar la culpabilidad del sujeto, entre las que destaca un video que lo relacionaba con los hechos y las intenciones de asesinar a los perros, pues manifestó a sus vecinos que no deseaba que estos fueran entrenados en la jardinera de su colonia.

Se determinó que Benjamín ‘N’ actuó con dolo, lo que provocó una muerte no natural y cruel a los perros rescatistas. En el domicilio del sujeto se hallaron salchichas con una sustancia alcaloide, que se habrían utilizado para envenenar a los animales, lo mismo que fue hallado en el cuerpo de los perritos, según el testimonio de los especialistas que atendieron el caso el día de la agresión.

Por Athos se está contemplando una reparación de 2.1 millones de pesos y por Tango 223 mil 548 pesos, más 12 mil 600 pesos por gastos veterinarios, más 17 mil pesos por daños psicológicos y 50 mil pesos por daño moral.

La muerte de Athos causó gran indignación en redes sociales y entre la población, pues era un perro certificado en búsqueda y rescate de personas vivas y cadáveres, además participó en las labores durante el sismo de México en el año 2017, así como en Guatemala, en donde ayudó al rescate de una familia de ocho personas, luego de que un volcán hizo erupción en 2018; mientras que Tango era un perro de asistencia emocional.