Urge reducir la cantidad de gente en el medio de tansporte y la reducción de la semana laboral, pues la población gasta hasta 30 por ciento de su salario y hasta 6 horas en traslados de su casa a su centro de trabajo.

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) advirtió la urgencia de abrir el debate sobre la utilidad del “Tele-trabajo”, horarios escalonados y reducción de la semana laboral, toda vez que una importante nivel de población invierte hasta el 30 por ciento de su salario en transporte y seis horas en traslados diarios.

“Urge abrir un debate sobre la utilidad del home office, horarios escalonados y reducción de la semana laboral a tres o cuatro días como propone Carlos Slim. No podemos movernos todos a la vez al mismo tiempo (…) por respeto al medio ambiente, a la salud y por razones económicas. Pero sobre todo por el compromiso ético de heredar a las próximas generaciones un mundo más habitable es que debemos cambiar nuestra movilidad irracional por una movilidad sustentable y sostenible”.

En este contexto, el organismo realilzó una invetigación sobre los costos del transporte público, así como los tiempos de traslado en siete estados de la República: CDMX, Veracruz, Guadalajara, Estado de México, Tijuana, Yucatán y Nuevo León.

Las ciudades con el costo mínimo mas alto de transporte resultaron el Estado de México, Tijuana, Baja California y Nuevo León, con 26, 17 y 15 pesos, respectivamente.

Muchas veces los usuarios se ven obligados a utilizar dos y hasta tres medios de transporte para llegar a su destino y al no existir una tarifa de transferencia deben pagar varias veces por su traslado, encareciendo su movilidad hasta 50 pesos diarios, por lo que invierten hasta un 30 por ciento de su salario.

Además de caro, el transporte es tardado, ya que en un viaje redondo casa-trabajo y regreso tardan al menos dos horas veinte minutos y muchos otros hasta cuatro horas en su día a día laboral, resultando ser un verdadero “crimen social”.

“Nuestra economía pierde con esto entre 50 y 86 pesos diarios por persona y, lo más valioso, pierde en productividad y empuje; la gente no duerme lo necesario y termina extenuada con tan largas travesías”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

En muchas ciudades no se respeta la tarifa estudiantil y se les cobra a las personas de la tercera edad. Sólo en CDMX los adultos mayores no pagan; sin embargo, su seguridad está lejos de estar asegurada.

Además, las unidades de transporte son viejas y no ofrecen accesibilidad universal a las personas con discapacidad ni trato preferente a las mujeres; sin embargo, el sistema de transporte público más integral y moderno con el que cuenta el país opera en la CDMX y EDOMEX, por estar conurbado a ella.

“Además de lo caro y tardado, los pasajeros viven bajo zozobra de ser asaltados por pandilleros que les roban celulares, joyas y dinero. El enojo ciudadano es un clamor, “todos los días nos apañan”, “ya nos agarraron de su puerquito””, agregó Rivera.

Lo más grave es que este pésimo servicio y la inseguridad que en él priva se ha normalizado, con robos a plena luz del día, a ojos vistos, con la tolerancia de las autoridades.

El desgaste de los trabajadores y de los pequeños comerciantes en sus traslados resulta inaudito y costoso.
“En esas condiciones no podemos avanzar, ya que invertir cuatro horas para ir a trabajar o morir en el intento es la disyuntiva de muchos trabajadores en México, condenados a una mala alimentación y a una escasa convivencia familiar”.