Por Maricela Palacio

La actividad física es un factor fundamental en el tratamiento de enfermedades como la diabetes y la obesidad que están asociadas de manera importante y qué mejor que moverse con bailando. Elegante, cadencioso y seductor, el danzón además de alegrar el alma y la vida de quienes se dejan cautivar por su compás, es una actividad física que, como los demás tipos de baile, puede ayudar a los pacientes con diabetes a mejorar los niveles de azúcar en la sangre y mantener saludable el ritmo de su corazón, entre otros beneficios físicos y mentales.

En el marco de Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre), la Federación Mexicana de Diabetes A.C., en conjunto con la Alianza Boehringer Ingelheim–Lilly, a través de la iniciativa denominada “Un Danzón por la Diabetes”, compartieron pista y entusiasmo con pacientes, familiares y público en general, para disfrutar de una clase de danzón y hacer conciencia sobre la importancia de prevenir, diagnosticar y controlar eficazmente la diabetes y sus complicaciones, a través de acciones sencillas como la actividad física, una alimentación saludable y el seguimiento médico.

“De acuerdo con la Federación Internacional de Diabetes uno de cada 10 adultos de todo el mundo vive actualmente con diabetes, es decir, 537 millones de personas y se estima que para el año 2030 la cifra ascienda a 643 millones de personas con esta condición de salud. Y en México más de 14 millones de personas adultas padecen diabetes, condición que, sin un control adecuado, puede conducir a serias complicaciones en corazón, riñones, sistema nervioso como la neuropatía y el pie diabético e, incluso, daño en la visión y ceguera”, expresó Gisela Ayala, Directora Ejecutiva de la Federación Mexicana de Diabetes.

“Además de la visita regular al médico, hoy sabemos que el autocuidado es pieza fundamental para que los pacientes con diabetes puedan tener una adecuada calidad de vida, de ahí la gran importancia de brindarles herramientas educativas que les permitan comprender su condición y ejercer el cuidado diario para mantenerse saludables y reducir complicaciones”, enfatizó.

En ese sentido, la práctica cotidiana de una actividad física como bailar danzón, nadar, andar en bicicleta o caminar, ofrece beneficios para el control de la diabetes, entre los que destacan la reducción de niveles de glucosa en sangre, mayor capacidad para absorber la insulina, control de la presión arterial, disminución de los niveles de colesterol y el mejoramiento de la función cardiaca.

Una sesión de danzón, de al menos 30 minutos durante cinco días a la semana, también contribuye a preservar la memoria, disminuir el riesgo de demencia senil, fortalecer huesos y músculos, aumentar la capacidad pulmonar, mantener un peso saludable, reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM).

La Federación Internacional de Diabetes señala que, junto con la actividad física, la adopción de hábitos alimenticios saludables, acciones de autocontrol de la glucosa y el acceso a un seguimiento médico son ejes fundamentales para un óptimo control de la diabetes y la prevención o retraso en la aparición de complicaciones.

Para procurar una buena calidad de vida cuando se tiene diabetes, la alimentación juega un papel fundamental para brindar los nutrientes necesarios, y al mismo tiempo, mantener bajo control los niveles de glucosa en sangre. Un buen plan alimenticio debe ser personalizado y considerar metas, gustos, estilo de vida, así como los medicamentos que tome cada paciente.

De acuerdo con Mónica Hurtado, Gerente Académica de la FMD y Educadora en Diabetes, una buena alimentación debe incluir las siguientes características: que sea suficiente para cubrir las necesidades nutrimentales; completa, que integre todos los grupos de alimentos (frutas, verduras, cereales, leguminosas y productos de origen animal); adecuada a las características de cada persona (edad, género, condición de salud, etc.) y equilibrada en el consumo de las porciones indicadas.

El Dr. Miguel Ángel Leyte Altamirano, Medical Scientific Liaison en Diabetes de Boehringer Ingelheim México, agregó que, “la enfermedad cardiaca por diabetes (miocardiopatía diabética) tiene una prevalencia de hasta 70% en los pacientes, ocasionando incapacidad para metabolizar los lípidos y, en consecuencia, su acumulación en las arterias, lo que puede desencadenar el crecimiento del músculo cardiaco o un infarto, y con ello condiciones como insuficiencia cardiaca, entre otras alteraciones cardiometabólicas”.

Para que tengamos un corazón saludable por muchos años, es muy importante que junto con la dieta y el ejercicio, todos los pacientes monitoricen sus niveles de glucosa en sangre, tomen sus medicamentos de acuerdo con la prescripción médica, controlen enfermedades asociadas como hipertensión arterial, dislipidemias y obesidad, y realicen anualmente chequeos generales de salud, con especial atención en la salud cardiovascular, medidas fundamentales para promover el bienestar del corazón, aconsejó el especialista.