El Sistema Cutzamala, que abastece de agua a múltiples alcaldías de la Ciudad de México y diversos municipios del Estado de México, inicia el año con retos significativos dada la disminución en los niveles de almacenamiento de sus presas principales.
De acuerdo con información del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), las presas El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria, se ubican en 56.3% de su nivel de llenado, lo que representa un déficit de 22.7%, con relación al nivel histórico registrado a esta fecha.
La baja intensidad de las lluvias registradas en el año 2022, afectó severamente el llenado de dichas presas, con lo cual se prevé un año complejo durante la temporada de estiaje, en cuanto a la capacidad de disponibilidad y abastecimiento de agua al Valle de México desde sus fuentes externas.
Eduardo Vázquez, Director Ejecutivo de Agua Capital, el Fondo de Agua de la Ciudad de México, señaló que en años recientes, debido a los efectos del cambio climático que se reflejan en gran medida a través de las sequías, se ha intensificado la problemática de almacenamiento de las presas el Sistema Cutzamala y su capacidad de abastecer el recurso hídrico al Valle de México.
Indicó que el proceso acelerado de urbanización y el consiguiente incremento en la demanda de agua para atender las necesidades de las personas, ha provocado la sobreexplotación de los acuíferos, ya que se extrae más del doble del agua de la que se recarga de manera natural.
“Este déficit de las fuentes de agua subterráneas en el Valle de México genera una dependencia significativa de fuentes externas para abastecer a la población, como es el caso del Sistema Cutzamala. No debemos olvidar que el abastecimiento de agua para el área metropolitana del Valle de México, con una población mayor a los 20 millones de personas, es uno de los retos más grandes y complejos del mundo”, dijo.
De acuerdo con el Sistema de Aguas de la CDMX, una falla en este Sistema podría afectar hasta a 8 millones de personas en el Valle de México. Por lo tanto, uno de los retos fundamentales que tienen las autoridades, los distintos actores relevantes y la sociedad en general, es tener la capacidad de adaptación al uso y gestión del agua ante escenarios de riesgo e incertidumbre derivados de los efectos del cambio climático, lo cual requiere nuevos esquemas de planeación, políticas públicas adecuadas, ordenamiento territorial, presupuestación, y coordinación con visión de largo plazo y enfoque de resiliencia.
Eduardo Vázquez destacó que es importante contener los fenómenos de urbanización exacerbada, invasiones en áreas naturales protegidas, cambios de uso de suelo y deforestación, que han derivado en una fuerte degradación de los ecosistemas y cuerpos forestales que son las principales fuentes de agua de la región metropolitana.
Ante este escenario, dijo, desde Agua Capital promovemos acciones para la atención efectiva de esta problemática mediante la protección y conservación de áreas naturales; impulsando políticas y mejores decisiones a través del Comité Técnico de Resiliencia Hídrica de la CDMX; la difusión de campañas de información y difusión para generar conciencia y corresponsabilidad de todos los actores de la sociedad para un uso sustentable del agua, entre otros aspectos más.
Los eventos recurrentes de sequía en el sistema de presas del Cutzamala son una realidad y cada vez serán más frecuentes, y por ello debemos estar mejor preparados y contar con la resiliencia necesaria para lograr la seguridad hídrica de esta región.