Redacción

A poco de cumplirse un año del episodio bélico en curso que inició a fines de febrero de 2022 con la invasión de Rusia a Ucrania, ya son al menos 220 atletas y entrenadores ucranianos los que murieron por prestar servicio para defender a su país. El deporte no ha sido ajeno a una guerra que se cobró la vida de jóvenes talentos y sus mentores; como también de instalaciones deportivas.

Según le dijo Vadym Huttsait, ministro de Deportes y ex campeón olímpico, a la agencia Reuters en sus oficinas de Kiev, son al menos 220 personas vinculadas al deportes del país las que han muerto en la guerra, además de que 340 instalaciones deportivas han quedado dañadas o en ruinas.

El ex esgrimista de 51 años, quien ganó un oro olímpico por equipos en 1992, fue campeón junior de sable en la antigua Unión Soviética cuatro años antes y entrenó al equipo ganador de Ucrania en los Juegos de 2008, espera conseguir apoyo internacional para prohibir que los deportistas rusos y bielorrusos participen en los Juegos Olímpicos de París 2024. “Es algo inaceptable para nosotros. Es imposible para nosotros en un momento en el que se está librando una guerra a gran escala, cuando nuestros deportistas, nuestros soldados están defendiendo nuestra patria, nuestra tierra, defendiendo sus hogares, sus familias, sus padres”, comentó.

En marzo del año pasado, se conocieron los nombres de los primeros deportistas ucranianos que fallecieron durante los ataques rusos: los futbolistas Vitalii Sapylo y Dmytro Martynenko, y el biatleta Yevhen Malyshev. Las muertes de Sapylo y Martynenko, jugadores de 21 y 25 años, fueron informadas por el sindicato internacional de futbolistas internacionales (FIFPRO); mientras que la Federación de Deportes de Invierno ucraniana fue la que confirmó el deceso de Malyshev, quien realizaba el servicio militar tras parar su carrera profesional en 2020.

La cifra ascendió a 77 atletas para el mes de agosto, según un recuento realizado por la ONG Sports Angels. En aquel entonces la lista ya incluía al especialista en kickboxing Mykola Zabavchuk, el jugador de rugby Maksym Shvets, el nadador Volodymyr Ulianytsky, la gimnasta Daria Kurdel y el entrenador de waterpolo Vitaliy Lysun, caídos por diversas circunstancias en el afán de defender a su nación en el conflicto armado que todavía está vigente.

Y al cumplirse seis meses de la invasión rusa que continúa causando estragos en todo el territorio ucraniano, el número de víctimas fatales vinculadas con el deporte ya ascendía a 133 atletas y entrenadores. Según esos informes, la gimnasta Kateryna Diachenko, una niña de solamente 11 años, murió cuando un proyectil golpeó su casa en Mariupol el 10 de marzo junto con su padre, su madre y su hermano.

Este sábado se supo sobre las muertes de Volodymyr Androschuk, un atleta de 20 años que se destacaba en decatlón, quien perdió la vida cerca de Bakhmut, una de las ciudades que se encuentra bajo el asedio constante de los rusos; y también el fallecimiento del patinador olímpico Dmytro Sharpar, de 25 años, quien murió en la misma zona luchando por su país. Su logro más recordado fue el décimo puesto que obtuvo en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2016 en una disciplina en pareja.

En este contexto, las autoridades deportivas y los atletas ucranianos se enfrentarán a una “decisión muy difícil” sobre si boicotear o no la próxima edición de los Juegos Olímpicos, según declaró Huttsait. “Cuando perdemos a tanta gente, a tantos deportistas, las vidas de los ucranianos son más importantes para nosotros que cualquier medalla en competiciones internacionales”, afirmó el actual ministro de Deportes.