Redacción

El Pleno del Congreso de Oaxaca votó en días pasados a favor de reformar el artículo 20 bis. de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado, con el fin de prohibir y sancionar la distribución, donación, regalo, venta y suministro de bebidas azucaradas y alimentos de alto contenido calórico a menores de edad.

Dicha medida pretende ser replicada ahora por legisladores del partido Morena en varias entidades de la República, lo que tendrá efectos económicos graves en el contexto de la crisis económica que el país atraviesa, derivado de la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19).

En la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) consideramos que dicha medida daña las cadenas de valor, perjudicando principalmente a los sectores más desfavorecidos de la población, sobre todo aquellos que viven del comercio.

La reforma aprobada es discrecional y discriminatoria, dado que focaliza que el problema del sobrepeso y la obesidad corresponde exclusivamente al consumo de determinados productos y no considera la multifactorialidad de la problemática. Para ello, se necesita una estrategia integral que abarque los beneficios de tener una alimentación balanceada y combatir el sedentarismo.

Asimismo, la medida aprobada será una barrera a la libertad comercial que incentivará la economía informal, poniendo en riesgo la salud de las familias oaxaqueñas al no poder acceder a productos que cumplan con la normatividad sanitaria correspondiente.

La iniciativa trata a los alimentos empaquetados como si fuesen productos dañinos en sí mismos, como lo es, por ejemplo, el cigarro. En este sentido, la medida se centra en los alimentos empaquetados, pero no necesariamente en los de alto contenido calórico, por lo que no resultará efectiva para combatir la obesidad infantil, mucho menos satanizando productos que tienen insumos o ingredientes no tóxicos.

Con la medida aprobada por el Poder Legislativo oaxaqueño se están generando estereotipos sin sustento alguno contra los productos industrializados, ya que los ingredientes que contienen (azúcar, grasa y sodio) se usan todos los días en los hogares mexicanos, además de que el 70% se consume en la mesa de las familias de este país.

Es importante mencionar que no se está en contra de la prohibición de venta de bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico en las escuelas, puesto que esto incluso ya está regulado desde el año 2013. Nuestro desacuerdo es que se prohíba la venta general en la entidad, más aún si esto se hace de manera unilateral y sin tomar en cuenta a los sectores involucrados.

En la COPARMEX solicitamos a las autoridades de los tres órdenes de gobierno, que colaboren con la Iniciativa Privada para encontrar soluciones que resuelvan el problema de fondo que permita combatir el sobrepeso y la obesidad.

Estamos seguros que si trabajamos en una estrategia integral que promueva un diálogo con los distintos sectores económicos y sociales del país, lograremos construir un proyecto que beneficie y proteja a la niñez, sin afectar la economía de nuestro país.