Red de corresponsales
A punto de cumplir cinco meses de que balnearios se han mantenido cerrados como parte de las medidas que se implementaron para hacer frente a la contingencia sanitaria por el COVID19, propietarios de los centros acuáticos están a la espera de que las autoridades estatales les brinden algún apoyo o crédito para hacer frente a la situación que viven, debido a que no hay fecha para que reabran.
Y lo anterior, porque de acuerdo con Víctor Castro, de la Asociación de Balnearios del Estado de Morelos, sólo pueden dar servicios de hospedaje o campamento al 50 por ciento de afluencia.
La situación ya es crítica, reconoce Francisco Alburua, propietario del balneario Los Limones, en Cuautla; “nos estamos muriendo de hambre”, sin embargo, dijo, esperarán hasta el momento oportuno para reabrir, pues no quieren arriesgar la salud de sus clientes y sus trabajadores.
“Necesitamos apoyo del gobierno, de lo contrario, la otra opción sería cerrar de manera definitiva y es algo que no queremos.”
Hace unos días, propietarios de balnearios se reunieron con autoridades estatales a fin de solicitar ser considerados dentro de las actividades permitidas en semáforo naranja; cumpliendo con las restricciones de aforo y los protocolos establecidos y señalados por el Gobierno federal y estatal.
Sobre la situación que enfrentan los centros acuáticos, Víctor Castro, de la Asociación de Balnearios del Estado de Morelos, expuso que la posible reapertura de los centros acuáticos en el semáforo naranja está en análisis por las autoridades estatales y esperan que se autorice la etapa de apertura.
La APABM aglutina a 32 balnearios o parques acuáticos activos, pero solo una tercera arte cuenta con servicios de hospedaje o campamento, hay otros balnearios independientes y otros agremiados que ya no participan o que cerraron