Por Mónica Delgado Torres
Del 7 al 11 de septiembre, el índice S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) reportó un comportamiento mixto con sesgo negativo, debido principalmente a una ola de ventas de las acciones del sector tecnológico en Estado Unidos y cautela de los inversionistas sobre el mercado local.
A decir de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), las pérdidas estuvieron en parte mitigadas por algunas compras de oportunidad.
El principal indicador bursátil cerró el viernes pasado en 36 mil 334.89 unidades, lo que implicó un descenso semanal –el cuarto de manera consecutiva– de 0.31 por ciento, es decir, mil 113.61 enteros menos, su peor racha bajista en cinco meses (mediados de marzo principios de abril pasados).
En su Gaceta económica, la dependencia puntualizó que en lo que va del año, el S&P/BMV IPC registra una pérdida acumulada de 16.55 por ciento o 7 mil 206.13 puntos menos, con datos de la BMV.
Para Banco Base, aunque se publicaron algunos indicadores económicos relevantes, aunque el índice accionario no mostró reacciones significativas. El miércoles se publicó la inflación de agosto, la cual se ubicó en una tasa interanual de 4.05 por ciento, por fuera del límite de objetivo del Banco de México de 3.0 por ciento.
El viernes pasado se difundió el Indicador Mensual de la Actividad Económica de julio, el cual mostró una expansión mensual de 6.92 por ciento y una contracción anual de 11.58 por ciento.
Por su parte, el FTSE BIVA (Bolsa Institucional de Valores), principal índice del segundo mercado de valores en México terminó la semana en 743.12 puntos, lo que significó un decremento semanal de 0.36 por ciento o 2.65 puntos menos, el cuarto de manera sucesiva.
En lo que va del año, la pérdida acumulada del FTSE es de 16.90 por ciento o es 151.08 puntos menor.
Cifras de Banco Base revelan también que en la semana que terminó el 11 de septiembre, el mercado de capitales cerró con resultados mixtos, en una semana caracterizada por alta volatilidad en los mercados financieros por las secuelas que dejó la fuerte venta de activos del sector tecnológico que ocurrió la semana pasada en Estados Unidos.