Red de corresponsales
Ante el repunte de casos de coronavirus en Jalisco, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, lanzó una petición a toda la población para recuperar la aplicación de medidas preventivas para frenar la dispersión del COVID-19 en el estado.
“Haber aflojado la disciplina nos está pasando factura, y es momento de reflexionar para poder corregir el rumbo”, dijo el titular del Ejecutivo estatal al reconocer que en la última semana se han rebasado los 4 mil casos activos y la tasa de incidencia semanal por cada millón de habitantes pasó de 285 a 360 en las últimas dos semanas. Al llegar a 400 se activaría el llamado botón de emergencia.
Según el gobernador, este repunte de la pandemia en Jalisco se debe a que se están realizando actividades no esenciales sin los cuidados necesarios: “Muchas de estas personas que andan de paseo, dejaron ya de usar el cubrebocas y muchos de los negocios dejaron de aplicar las medidas establecidas en los protocolos vigentes”
Por esta situación crítica del coronavirus en Jalisco, el Ejecutivo señaló enfático: “No podemos permitir todavía el regreso de la gente, a los estadios, ni la apertura de antros, ni ningún tipo de actividad masiva. Lamentablemente no podemos todavía pensar en el regreso a clases presenciales”.
“Nadie quiere volver a parar, pero primero está la salud y la vida de todos. No es broma, si rebasamos los 400 casos en la tasa de incidencia, tendremos que aplicar el mecanismo que diseñamos por consenso en la mesa de salud y reactivación económica para cortar la cadena de contagios”, señaló el gobernador.
El mandatario reconoció que los jaliscienses, incluso él y su familia, sufren de cansancio y hartazgo por los últimos meses de emergencia sanitaria, pero aclaró que su mensaje de este lunes no es un regaño, ni amague, ni amenaza.
El gobernador explicó que el repunte de contagios se está dando principalmente en la población joven y eso explica que pese a esto hay menos pacientes hospitalizados: según los datos oficiales del coronavirus en Jalisco, 40% de los contagios se da en la población de entre 15 y 34 años. “Pero se nos olvida que esos jóvenes contagiados, que no van al hospital, pueden contagiar a sus padres y a sus abuelos, quienes están mucho más expuestos a la muerte”.