Por Diana Domínguez Galván
Las asociaciones del sector automotriz denunciaron que no fueron consultadas en la decisión del gobierno federal de abrir a la libre importación los vehículos eléctricos y advirtieron el riesgo de que en un año el paìs se convierta en basurero automotriz de residuos peligrosos.
Y es que el pasado viernes la Secretaría de Economía eliminó el arancel para la importación de autos y camiones eléctricos tanto nuevos como usados, con la justificación de impulsar el mercado interno.
En respuesta a ello, las diferentes asociaciones de la industria automotriz en el país advirtieron en un documento al gobierno federal el riesgo de haber abierto la libre importación de vehículos eléctricos usados, dado que no existe ningún programa de desecho de baterías y residuos peligrosos, además de que la vida útil de las unidades será sólo de alrededor de un año.
El director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (Amia), Fausto Cuevas, dijo que dado que la vida útil de las baterías fluctúa entre siete y ocho años y la determinación es para vehículos de siete años de antigüedad, es muy probable que las unidades que se internen al país tengan alrededor de un año de vida.
“No sabemos que hay pensado detrás de todo esto. Un programa de manejo de residuos peligrosos para el caso de las baterías”. Es por eso que se debió mantener una estrecha comunicación entre los interesados y el gobierno federal, lo cual no hubo al tomar la determinación.
Debido a que no la hubo, las diferentes asociaciones del sector como Amia, Amda, Anpact e INA, presentaron un escrito a la Secretaría de Economía en donde se explica la afectación de la decisión.
Para Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (Amda), el haber incluido esta preferencia es muy peligroso porque no genera ninguna limitante en cuanto al origen y antiguedad de los vehìciulos, cuya vida útil al perderse carecen de valor comercial.
Además, al no haber un programa de manejo de residuos peligrosos como lo son las baterías de las unidades, una vez que sean desechadas, México solo tendrá basura automotriz.