Por Alejandro Durán
La Línea de Crédito Flexible (LCF), que determinó conservar el gobierno mexicano ante el incremento de riesgos que podrían presionar la economía mexicana implicó una comisión anual de 169 millones de dólares.
Lo anterior se reveló en el estado de cuenta del Banco de México, en donde semanalmente se expone el comportamiento de las reservas internacionales del país.
En ese sentido, el banco central explicó precisamente que durante la semana pasada aplicó el pago anual de la comisión neta correspondiente a la Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional por el equivalente a 169 millones de dólares.
Dicha operación, aunada al incremento de 188 millones, debido principalmente al cambio en la valuación de los activos internacionales del Instituto Central, derivó en un incremento semanal de 19 millones de dólares en el monto total que reportan las reservas internacionales.
De esta manera, luego del tropiezo previo, las reservas internacionales del país aumentaron durante la semana pasada 19 millones de dólares, con lo que al 20 de noviembre alcanzaron un saldo de 194 mil 380 millones de dólares.
Por lo anterior, dichos recursos reportaron un incremento acumulado de 13 mil 503 millones de dólares en lo que va de este 2020.
Fue el pasado viernes 20 de noviembre cuando la Comisión de Cambios de México anunció que las autoridades mexicanas decidieron conservar la Línea de Crédito Flexible (LCF) que mantiene el país ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo monto es de 61 mil millones de dólares, a pesar de que en 2017 se había anunciado una estrategia gradual para abandonar la LCF.
Y lo anterior, argumentó la Comisión de Cambios, porque se aprecia un aumento significativo en los riesgos externos por los efectos de la pandemia e implicaciones de mayor persistencia en diversos sectores, así como efectos en los mercados financieros.
Por ello se determinó revirará la decisión y conservar la LCF, la cual constituye un instrumento financiero de carácter precautorio que complementa las políticas económicas de las autoridades mexicanas para enfrentar condiciones económicas externas adversas y preservar la estabilidad económica y financiera.