Red de corresponsales
El hecho de que Durango aparezca en el Semáforo Epidemiológico Nacional en color rojo ha inhibido las visitas, de tal forma que hoy la ocupación hotelera cuando mucho alcanza el 10 por ciento.
Así lo manifestó Fernando Durán Escobosa, presidente del Clúster Turístico en Durango, quien
manifestó que por obvias razones, las personas de otros lugares evitan venir a Durango.
Por una parte, saben que el color rojo indica que el número de contagios es elevado y por otro, se deduce que hay muchas restricciones.
Giros como la hotelería, las cabañas y los restaurantes, son catalogados como actividades
esenciales, y por lo tanto se mantienen abiertos, aunque con algunas medidas de prevención,
sobre todo en lo que tiene que ver con el aforo.
En este sentido, estimó que el hospedaje apenas alcanza el 10 por ciento en promedio, mientras que el servicio en restaurantes no pasa del 15 por ciento. “Mientras que los potenciales visitantes se abstienen de venir, los ciudadanos locales, no están
saliendo a comer a los establecimientos, por lo que han sido días muy complicados, los que se han vivido con el semáforo rojo”, expuso.
A los propietarios de cabañas les ha ido mejor, ya que al estar retiradas de la ciudad.
El empresario del ramo hotelero dijo que la ampliación del semáforo rojo era algo que no se esperaba y sin duda tendrá un impacto negativo en el sector turismo en general.
No obstante, opinó que fue correcta la decisión de mantener las restricciones durante una, semana más, ya que se ha visto que el número de contagios y fallecimientos por COVID-19 si han bajado en el estado.
La medida ha tenido un impacto negativo en lo económico, pero su implementación era necesaria por la complicada situación por la que se ha atravesado en últimas fechas.