Red de corresponsales
Aunque Campeche ha mantenido su estatus por casi un mes en alerta verde en el semáforo epidemiológico nacional, personal médico de las diversas instituciones de salud pública y privada sostienen que persiste el miedo ante el rebrote que deberá reflejarse en los siguientes días o semanas, pues siguen llegando pacientes con sintomatología de COVID-19 aunque no de manera grave.
En Campeche, 15 integrantes de los cuerpos médicos y cuatro administrativos han perdido la vida a causa de la enfermedad provocada por el virus SARS-COV-2; estaban en aras de su labor, cuando infectados, presentaron síntomas, algunos recibieron tratamiento pero no respondieron a éste, para otros fue fulminante la decaída y otros más pusieron en riesgo a todo un hospital al no tomar sus prevenciones al primer síntoma.
Sin especificar como han sido las defunciones y a qué instituciones pertenecían, la Secretaría de Salud reveló que han sido 19 personas que integran a los cuerpos médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Servicios y Seguridad Social para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), así como al Seguro Popular, quienes han sido afectados, siendo los más conocidos el director de una Unidad Médica Familiar del IMSS, así como un administrativo del ISSSTE.
Desde hace dos meses los números oficiales de la Secretaría han mostrado una baja considerable en los números de nuevos diagnósticos de COVID-19 detectados, razón por la que el gobierno federal le permitió cambiar su alerta a verde en el semáforo epidemiológico nacional.
Una enfermera que dio testimonio, prefirió omitir su nombre, identificada como Alejandra, trabaja en la Secretaría de Salud como parte del personal médico de atención inmediata en el área COVID, su trato es directo y a veces los turnos son demasiado prolongados, tanto que no ven la hora de salir, más que por el cansancio, el miedo de contraer la enfermedad y que no les vaya bien como a sus compañeros “caídos”; aseguró que estos tienen prohibido hablar sobre el tema con sus familias y sobre todo con los medios de comunicación.
“El miedo ahora es mayor que al del principio, cuando ya vimos morir a compañeros, cuando vemos que las medidas de sanidad sirvieron los primeros meses pero la gente ya regresó a sus hábitos normales y peor aún, cuando a pesar de que hemos hecho nuestro mayor esfuerzo y dicen que todo está bien, no es así, porque nosotros lo vemos”, precisó.
Destacó que efectivamente en el ISSSTE aparentemente es el único lugar donde no atienden por el momento casos activos de COVID-19, hace un par de semanas en diálogo con un colega de la misma institución le hizo mención que dieron de alta al último paciente que tenían en dicha área especial.
Sin embargo, por rumores de algunos químicos del laboratorio estatal de Salud, tienen conocimiento que hay más casos activos de los que dan a conocer todos los días en la transmisión de actualización de casos, pero nadie quiere hablar de eso porque como ella, corre el riesgo de perder el trabajo, que lo difamen, entre otros ataques que sufrirían porque ya lo han visto.
Mientras tanto, aseguró que hay miedo, pues si al principio la valentía pesaba para atender vocacionalmente a los pacientes con una enfermedad desconocida, a partir de ahora con un rebrote y ver que la gente no está tomando sus precauciones, entonces el miedo ha invadido al personal médico de todas las instituciones, pues el rebrote viene con mayor alcance y con una posible mutación del virus.