Redacción

Ante las 164 muertes que genera cada día el tabaquismo en México, es necesario avanzar en la regulación de vaporizadores como parte de la estrategia para revertir el consumo de tabaco en el país, tal y como lo han realizado naciones como Japón, el Reino Unidos y Francia, coincidieron especialistas y profesionales de la salud.

De esta manera, expertos y autoridades de diferentes regiones del mundo y que participaron en La Cumbre de los Cigarros Electrónicos 2020, el cual se llevó a cabo de manera virtual desde el Reino Unido, afirmaron que cada día existen mayores elementos científicos que sustentan que los vaporizadores ayudan a combatir el tabaquismo, pues además de son 95 % menos dañinos que los cigarros convencionales, no generan elementos significativos de dependencia en quien los utiliza.

Sobre este punto, Martin Jarvis, profesor emérito de psicología de la salud de la Universidad de Londres, explicó que, de acuerdo con diversos estudios se ha identificado que en el caso de los vaporizadores no se han encontrado indicios que sustenten hábitos de dependencia, a diferencia de lo que sucede con los cigarros de tabaco.

Incluso, dijo que se ha detectado que una tercera parte de los fumadores de tabaco consumen un cigarro dentro de los primeros 30 minutos posteriores a despertar, lo que no se ha identificado en el caso de los vaporizadores.

Por su parte, Alan Boobis, profesor del Colegio Imperial de Londres, y quien también participó en el evento citado que se llevó a cabo del 3 al 4 de diciembre, reconoció que efectivamente los vaporizadores no están exentos de riesgos, pero la evidencia científica demuestra que los efectos son sustancialmente menores a los que provocan los cigarros convencionales.

En este sentido, el especialista dijo que entre los efectos que pueden provocar esos dispositivos electrónicos figuran algunos signos de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, particularmente en aquellas personas que padecen afecciones. Sin embargo, enfatizó que los efectos son sumamente inferiores a los que provoca el cigarro convencional.

Al respecto, cabe recordar que las autoridades de salud del Reino Unido promueven y apoyan el uso de cigarros electrónicos como herramienta estratégica dentro de la política pública de ese país para combatir el tabaquismo, en virtud de que los vaporizadores provocan 95 por ciento menos daños que fumar tabaco.

Por su parte, Karl E. Laund, investigador senior del Instituto de Salud Pública de Noruega, afirmó que los productos de riesgo reducido, como el caso de los vaporizadores, tienen tener un mayor potencial a favor de la salud pública, a diferencia de la serie de medidas y regulaciones que se han implementado a lo largo de muchos años en contra del cigarro de tabaco.

Otro de las participantes del foro fue Kenneth Warner, profesor emérito de la Universidad de Michigan, quien destacó los años de vida que se podrían salvar con la sustitución de los cigarros convencionales a través del vapeo.

Al respecto, cabe mencionar que, precisamente de acuerdo con un estudio de dicha universidad estadounidense, se podrían salvar hacia el año 2070 más de 3.3 millones de años de personas que fuman, en caso de que sustituyeran ese hábito y migraran hacia el uso de vaporizadores.

Por ello, por medio del evento que se llevó de manera virtual, Kenneth Warner consideró en que la difusión de los peligros que provoca el tabaquismo debe ser constante hacia los jóvenes, como parte de una política pública encaminada a combatir el consumo de tabaco, situación que se ha logrado en países en donde se ha regulado la venta de vaporizadores.

De acuerdo con la agencia gubernamental Public Health England (PHR), entre el 65 y 68 por ciento de fumadores que usaron cigarros electrónicos y otros medios para reducir el consumo de nicotina, consiguieron abandonar el tabaquismo.

La primera edición de la Cumbre de Cigarros Electrónicos se celebró en la Royal Society de Londres en noviembre de 2013. El evento contó con una cantidad excesiva de participantes y recibió a casi 300 delegados de las comunidades de la salud, la ciencia y las políticas y es ampliamente aceptado como una de las reuniones de salud pública más influyentes sobre los cigarrillos electrónicos, que mejoró la calidad y el alcance del debate.