Redacción

Desde el año pasado la emergencia sanitaria provocada por el COVID19 ha generado el cierre de plazas, parques y locales donde artesanos de todo México vendían sus obras, como resultado de la contingencia. Sin embargo, uno de los pocos espacios que no han sido cancelados es Las Manos del Mundo, una feria internacional y nacional que permite a los artesanos ofrecer sus obras anualmente en la Ciudad de México.

La pandemia del COVID19 ha provocado que artesanos sufran una serie de problemáticas. Por un lado, algunos de ellos han padecido el cierre de sus lugares de trabajo, mientras que otros han sufrido las consecuencias de la baja de clientela, a causa de las restricciones de viaje que sufren turistas internacionales en sus países de origen.

“Trabajaba al aire libre, en Coyoacán”, relata Carmen Meza, pintora que vende sus obras en el sur de la Ciudad de México. “La alcaldía cerró el espacio donde trabajaba desde abril pasado, para evitar aglomeraciones que provocaran contagios. Ni yo ni otros artesanos hemos podido trabajar desde entonces. Si hubiera un espacio en el que pudiéramos vender nuestras artesanías nos daría la oportunidad de volver a trabajar”.

“Ante la delicada situación actual para este grupo de artistas, nos convertimos en una opción viable para que ellos puedan volver a exponer y vender sus obras”, sostiene Socorro Oropeza, directora de Las Manos del Mundo.

“Queremos que ellos ofrezcan sus obras en la feria y que nosotros, desde nuestra trinchera, podamos contribuir a aliviar su situación económica. Sabemos que muchos de ellos no han podido tener un lugar fijo de venta desde que se encrudeció la pandemia. Nosotros queremos ayudarles”, agrega Oropeza.

La feria, surgida en 2006, ha reunido artistas de más de 20 estados de la República

Mexicana y también ha atraído a artesanos de países como Argentina, Bahamas, Chile, Colombia, Cuba, España, Grecia, Guatemala, Italia, Perú, República Dominicana, Rusia, Turquía y Uruguay. La edición 2021 se realizará del 19 al 21 de marzo en el World Trade Center de la Ciudad de México, alineada a todas las medidas de sanidad y protección que requieren sus visitantes.

“Un proyecto como este sería bueno para muchos artesanos”, opina Ismael Gutiérrez, artesano de Teotitlán del Valle, Oaxaca, que se dedica a trabajar con telar. “Si tienen

todas las protecciones sanitarias, les permitiría a muchos de los artesanos volver a vender sus obras”.

La pandemia del Covid-19, coinciden Meza y Gutiérrez, ha forzado a abrir nuevos canales de venta para que los artesanos expongan sus obras, ante los cierres de sus puntos de venta físicos. En el caso de la pintora cuenta que ella y un sector de sus colegas abrieron una página de internet. Mientras que el artesano de telar dice que ha encontrado en redes sociales, como Instagram, una alternativa para vender sus productos.

“Cuando estalló la pandemia y forzaron los cierres de ventas físicas, nuestras ventas cayeron entre el 80 y 90 por ciento. En Teotitlán del Valle, mi comunidad, estuvo aislada tres meses, como medida de prevención para el contagio del coronavirus y las ventas cayeron por consecuencia. Aunque la comunidad abrió sus fronteras y tenemos el comercio electrónico, las ventas aún no están en los mismos niveles antes de que estallara la epidemia”, explica Gutiérrez.

Las pérdidas en sus ventas son muy similares para otros grupos de artesanos. Por ejemplo, los que trabajan con varas de árboles en Texcoco dicen que también ha perdido el 90 por ciento de sus ingresos por la pandemia. Mientras que los alfareros de barro negro de Oaxaca dicen que han dejado de percibir hasta el 85 por ciento.

“Las Manos del Mundo también funge con la labor de apoyar a las microempresas, las cuáles han sido muy afectadas por la pandemia. Queremos ayudarlas a que puedan recuperarse y, ¿por qué no?, contribuir a su crecimiento. Estamos convencidos de que así debe ser, por eso hemos mantenido este espacio para los artesanos”, concluye Oropeza.