Redacción

Félix Salgado Sandoval, quien aspiró a ser candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, ha establecido un ámbito de escrutinio público, pues las denuncias en su contra por su presunta responsabilidad en cinco agresiones sexuales pusieron en tela de juicio su perfil como servidor público.

Por su cuenta, Mario Delgado, presidente nacional de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), aseguró que los señalamientos contra el senador con licencia atienden a una agenda electoral más que de justicia, pues en este año Salgado Macedonio buscará por tercera ocasión el gobierno de Guerrero.

Delgado minimizó las declaraciones del ex fiscal guerrerense, Xavier Olea, respecto a que el proceso judicial en contra de Salgado Macedonio no se siguió debido a presiones políticas. “Tenemos que ser muy cuidadosos porque ya es un precandidato de un proceso electoral, pero sabemos que en estos tiempos se dan todo tipo de acusaciones”, puntualizó.

Sin embargo, los señalamientos relacionados al caso de violación dolosa y los otros asaltos sexuales no son las únicas críticas que puede recibir el morenista. En este sentido, cabe recordar el incidente conocido como la balacera de Garita y las cabezas humanas que clavaron, presuntos narcotraficantes, en la secretaría de finanzas de Acapulco, cuando Félix Salgado era presidente municipal del municipio turístico.

Salgado Macedonio fue presidente municipal de la demarcación más famosa en Guerrero de 2005 a 2008 y cuando estuvo en 2006 fue cuando se perpetró el enfrentamiento que marcó la vida de muchos de los vecinos de la colonia Garita, teniendo como saldo cuatro presuntos sicarios muertos y siete heridos (cuatro policías y tres civiles).

El pasado 27 de enero del 2006, alrededor de las 14:00 horas (tiempo local), la presencia de hombres fuertemente armados a bordo de camionetas negras llamó la atención de habitantes de la comunidad; sin embargo, las detonaciones de rifles de asalto hizo que se propagara el pánico en las calles.

De acuerdo con una nota de El Sol de Acapulco, algunos testigos señalaron que los balazos iniciaron por una persecución entre cárteles rivales; sin embargo, la versión oficial indica que elementos de la Policía municipal se percataron de la presencia de los presuntos delincuentes armados y se procedió con su detención.

Después de intercambiar disparos por algunos minutos, los efectivos guerrerenses se vieron vencedores en el enfrentamiento; sin embargo existe el señalamiento de que uno de los policías disparó en la cabeza en dos ocasiones a un presunto gatillero que yacía en el pavimento.

Fue así como inició una ola de violencia en la localidad, dejando a Acapulco, durante la presidencia municipal de Félix Salgado, como una de las ciudades más peligrosas en México.

Poco tiempo después, el 20 de abril, amanecieron dos cabezas clavadas enfrente de la Secretaría de Finanzas de Acapulco. Los restos óseos le pertenecían a Mario Núñez comandante de Policía municipal, y la otra era de Erick Juárez, el policía que abrió fuego en la cabeza del sicario en lo ocurrido el 27 de enero.

A un lado de las cabezas había una cartulina con un mensaje: “Para que aprendan a respetar”.

Otro caso que atrajo la atención mediática fue la reaparición de Ricardo Zamora, ex comandante ministerial vinculado con el narco, quien ahora trabaja como jefe de seguridad de la campaña de Félix Salgado.

Zamora Guevara presentó su renuncia a la Coordinación General de la Policía Investigadora Ministerial de la Fiscalía de Guerrero el 15 de mayo de 2017. En su lugar, el entonces fiscal Xavier Olea Peláez designó a Esteban Maldonado Palacios, quien también fue acusado de vínculos con el crimen.

En una publicación del semanario Proceso se asegura que el comandante fue separado de su cargo tras múltiples señalamientos en su contra por presuntos nexos con el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA). Ahora, Zamora Guevara es “pieza clave” en la cruzada de Salgado Macedonio. Ahora, el ex mando ministerial se encarga de coordinar labores de logística y seguridad en los mítines del senador con licencia.