Redacción

Tras ondear un pañuelo blanco y argumentar que se terminó la corrupción en el gobierno federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador, afirmó que México está protegido en caso de un alza de los precios del petróleo e incluso garantizó que “no habrá variación de precios en las gasolinas’’ luego del atentado a la zona petrolera de Arabia Saudita.

“Vamos a seguir manteniendo el compromiso de que no aumenten los precios de los combustibles en términos reales, esto para qué a pesar de esta situación especial en lo externo, en México vamos a mantener la estabilidad’’, afirmó en su conferencia de prensa matutina.

Sin embargo, reconoció que altos precios internacionales de petróleo implican ratos y beneficios para la economía mexicana, pues por un lado representan mayores ingresos públicos por la venta de crudo, pero por otro lado, constituyen mayores costos para la actividad industrial por la compra de hidrocarburos.

ANDRÉS Manuel López Obrador

“Hoy habrá una reunión entre Hacienda y Pemex, porque por un lado nos beneficia el aumento del precio del petróleo crudo que se vende al exterior, pero como somos compradores de gasolinas y diésel, puede perudicarnos’’, admitió.

“Hay que ver -apuntó-, como está el equilibrio; tenemos asegurado el abasto de gasolinas sin ningún problema por importaciones y también porque ha aumentado la capacidad de refinación de las plantas de Pemex, se está produciendo más de lo que generaban hace nueve meses, no lo que quisiéramos pero si hay incremento en la producción.

Y hablando del sector energético, el presidente aprovechó la oportunidad para afirmar que está satisfecho con la administración de Octavio Romero Oropeza al frente de PEMEX, pues aseguró que se ha limpiado a la petrolera de corrupción e influyentismo.

“Por actuar con eficacia y empezar a perforar pozos petroleros, se detuvo la caída en la producción de petróleo, se estabilizó y estamos empezando a recuperar; se reestructuró parte de la deuda de Pemex y se avanzó mucho en nueve meses”, afirmó.

Finalmente, López Obrador sacó un pañuelo de su bolsillo derecho del pantalón, lo extendió y lo comenzó a ondear, para asegurar que la corrupción se termina en su gobierno.

Incluso, afirmó que ya se puede decir que no hay impunidad ni corrupción tolerada arriba, es decir, en los niveles más altos del gobierno.