Por: JHAD
La carrera política de Ricardo Monreal Ávila ha estado marcada por la controversia. El gusto por el poder le ha llevado a ocupar diversos puestos donde se mueve como pez en el agua.
Lo mismo en la derecha, en el centro o en la izquierda, el hombre nacido en Zacatecas, el 19 de septiembre de 1960, ha probado en todas las plataformas y vaya que ha dejado huella.
Ricardo Monreal se ha dedicado a la política desde hace 44 años. No cabe duda, el poder es adictivo.
En 1985 fue postulado por el PRI como regidor y secretario del ayuntamiento de Fresnillo, Zacatecas. Militó en el tricolor hasta 1998.
Polifacético como pocos, en ese lapso de tiempo ha representado como diputado federal al PRI, al PRD y a Movimiento Ciudadano. También como senador ha sido representante del PRI, el PT y Morena.
Como gobernador en Zacatecas la figura de Monreal no quedó bien evaluada. Señalado por nepotismo y mal manejo de las finanzas públicas, el político rechazó todas las acusaciones al señalar que tales dichos eran solo para ensuciar su carrera.
En octubre de 2015 fue postulado por Morena a jefe delegacional en Cuauhtémoc, donde tuvo un alto reconocimiento por ser un gobierno cercano a la gente y con sentido humanista.
En 2017 dejó la jefatura delegacional para incorporarse a la campaña presidencial del entonces candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
Un año después y con la esperanza de convertirse en jefe de gobierno capitalino, compitió en la elección interna de su partido ante Claudia Sheinbaum, quien le superó, provocando el enojo y fastidio del político zacatecano.
Tras la controversia, Monreal Ávila anunció su renuncia al Movimiento de Regeneración Nacional, dejando muy en claro que él era el aspirante más conocido y que se retiraría. “Me voy a la banca, a leer, a escribir y a dormir”.
Pero esa renuncia no sería definitiva. Dueño de su propia dinámica e intereses, Monreal dejó atrás su precipitada decisión y se declaró listo para servir al país en el puesto donde fuera útil.
Este convulso agosto ha puesto de nueva cuenta a Ricardo Monreal en el ojo del huracán. El coordinador de la bancada en el senado de Morena, ha sido acusado por Martí Batres de tergiversar la votación para renovar la presidencia de la mesa directiva que ocupa actualmente.
El zacatecano ha dicho que es normal que existan controversias y que su intención no es dividir. Sin embargo, el desacuerdo sigue. La búsqueda insaciable del poder absoluto continua vivo en la carrera política de Monreal.
Será la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena quien se encargue de dirimir el conflicto interno entre los senadores Martí Batres y Ricardo Monreal, causado por la elección de Mónica Fernández Balboa como propuesta del partido para presidir la Cámara alta en el próximo año legislativo.
En lo que eso sucede, las aguas las vuelve a enturbiar el zacatecano. No cabe duda que el poder es el poder. La búsqueda por conservarlo es una obsesión y así no se vale. No manches Ricardo.