Por Mónica Delgado Torres
El año pasado, el costo del fraude en México representó 1.96 por ciento de los ingresos anuales de los comercios en general (minoristas, comercio electrónico y servicios financieros), en comparación con el 1.75 por ciento registrado en 2018, de acuerdo con un estudio de LexisNexis Risk Solutions.
La investigación también revela que los comerciantes mexicanos en su conjunto pagaron 3.55 veces el monto de cada acción fraudulenta, en comparación con 3.39 veces en 2018.
El costo del fraude incluye pérdidas relacionadas con el valor nominal de la transacción por el cual las empresas son responsables, más los honorarios e intereses incurridos, multas y honorarios legales, costos laborales y de investigación y gastos de recuperación externa.
Para los comerciantes mexicanos de comercio móvil (comercio electrónico en teléfonos móviles), por cada transacción fraudulenta, el costo aumentó a 3.87 veces el monto del valor perdido de la transacción, en comparación con 3.75 veces en 2018.
Es probable que el crecimiento del fraude en el canal móvil siga al alza a medida que el número de transacciones financieras en dispositivos móviles continúe creciendo, previó la firma proveedora de investigación empresarial y gestión de riesgos.
Muchas empresas nacionales, subrayó, no están totalmente equipadas para abordar el fraude móvil, ya que no rastrean, ni tienen las herramientas adecuadas para hacerlo, lo cual es clave, toda vez que México ocupa el segundo lugar en Latinoamérica, después de Brasil, como el principal atacante cibernético en la región.
“El Verdadero Costo del Fraude en México 2019”, sondeo a 90 directivos mexicanos enfocados en menudeo, e-commerce o servicios financieros.
Refiere que los comercios en 2019 usaron una combinación de medios para realizar transacciones financieras con consumidores: 92 por ciento aceptó tarjetas de crédito, el 87 por ciento el efectivo y 91 por ciento usó tarjetas de débito.
En este contexto, un número creciente de comercios realizaron transacciones financieras utilizando aplicaciones móviles y billeteras móviles, canales emergentes que se utilizaron con éxito para llegar a consumidores no bancarizados.
En 2019, el 50 por ciento de los comercios aceptó billeteras móviles comparado con 32 por ciento en 2018 y el 66 por ciento utilizó un proveedor de pagos externo para realizar transacciones.
A decir de LexisNexis Risk Solutions, la verificación de identidad es el principal desafío que enfrentan las organizaciones de México cuando las personas usan canales en línea o teléfonos móviles para realizar transacciones.
Y es que el fraude de identidad representa más de un tercio de las pérdidas por fraude en México: el robo de identidad de terceros representa 25 por ciento y el fraude de identidad sintética 12 por ciento.
Los canales en línea son el área más común donde puede ocurrir fraude, seguidos por los dispositivos móviles y el robo en persona. En 2019, el 37 por ciento del fraude ocurrió en línea, el 29 por ciento en persona, el 25 por ciento a través de dispositivos móviles, el 14 por ciento por teléfono y el 12 por ciento por correo electrónico.
Dentro del canal móvil, el 43 por ciento del fraude ocurrió a través de navegadores web móviles.