Redacción

La pasividad del gobierno de la Ciudad de México ante los actos vandálicos a comercios y negocios de la capital del país de los días 5 y 8 de junio pasado le costaron a las empresas afectadas, al menos, 22 millones de pesos, lo cual se suma la histórica caída en ventas por la emergencia sanitaria.

En este sentido, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (CANACO-CDMX), externó su preocupación por la repetición de actos vandálicos, que nuevamente causaron serios daños a establecimientos comerciales, monumentos históricos, edificios y mobiliario urbano.

Al respecto, Nathan Poplawsky, presidente de la organización, afirmó que las pérdidas por daños a establecimientos comerciales en los dos días (5 y 8 de junio), alcanzó los 22 millones de pesos.

“Nuestra institución se ha distinguido siempre por defender el principio de legalidad por encima de cualquier propósito o causa. En todo momento, nos hemos pronunciado a favor de la libertad de expresión como un valor esencial de nuestra democracia”, aseguró.

Sin embargo, agregó, nos oponemos rotundamente a que la protesta pública derive en actos vandálicos que desvirtúen propósitos que pueden ser legítimos. Nos oponemos a que los comerciantes y sus empleados sigan siendo el centro de los ataques.

El líder empresarial destacó que, sin duda, las fuerzas de seguridad deben actuar con base en un protocolo de uso legítimo de la fuerza y no abusar de la misma. Pero en ningún caso debe impedirse su actuación cuando las manifestaciones sean aprovechadas por grupos vandálicos para cometer actos ilícitos, como fue el día de ayer, el pasado 5 de junio, y en otras tantas ocasiones.

Nathan Poplawsky añadió que no se puede reclamar justicia saqueando tiendas, agrediendo a periodistas, dañando inmuebles y monumentos históricos o poniendo en riesgo la vida de policías y transeúntes.

“Las y los jóvenes encapuchados representan a grupos de interés y no a un movimiento social. Su afán es desestabilizar usando cualquier pretexto y de ello da cuenta su organización y entrenamiento”, afirmó.

Finalmente, subrayó el peligro que representa una actitud cautelosa de la autoridad, porque puede ser entendida por estos grupos vandálicos como una licencia de impunidad, por lo que insistió en que se lleven a cabo acciones contundentes para hacer respetar el estado de derecho.