Redacción

Durante el primer semestre de 2021, en pleno desconfinamiento, los homicidios en 14 estados del país se dispararon hasta 76 por ciento, en comparación con las cifras del mismo periodo del año pasado, según datos del Secretariado Ejectivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Las entidades donde más se incrementaron los homicidios son: Zacatecas con 620 asesinatos, que significan un aumento del 76.5 por ciento; San Luis Potosí con 380 asesinatos, que representan un alza del 41.7 por ciento; Sonora con 842 asesinatos que corresponden a un incremento del 38.7 por ciento.

Baja California, el estado con la mayor tasa de homicidios del país y donde la situación de seguridad sigue deteriorándose, acumuló mil 347 victimas de homicidios y feminicidios, es decir 14 por ciento más respecto a las mil 178 del año pasado.

El resto de las entidades que registran incremento de homicidios son Chiapas con 31.7 por ciento, Campeche con un alza del 29 por ciento, Nayarit con 19, Baja California Sur con un repunte del 17, Morelos y Durango con 15, Tlaxcala con 12, Querétaro con 8, Nuevo León con 3 y Jalisco con 0.2 por ciento.

Cabe señalar que, en México, 2 de cada 3 estados no cuentan con estadísticas delictivas confiables sobre el número de homicidios que se cometen cada año, de acuerdo con el estudio más reciente de México Evalúa. El documento llamado “Fallas de Origen”, identificó los errores y omisiones en los recuentos de homicidios reportados por las 32 fiscalías de justicia del país.

Al respecto, Alejandro Desfassiaux, Presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial, señaló que las estadísticas no confiables en homicidios que están mostrando los gobiernos estatales no permiten el desarrollo de estrategias efectivas para combatirlos, pues sin rumbo, ninguna institución puede ser capaz de generar un diagnóstico acertado ni soluciones adecuadas para contrarrestar la ola de violencia que azota al país, aseguró.

El problema, agregó Desfassiaux, es que las cifras no verdaderas en términos de seguridad no le hacen nada bien al diseño de estrategias efectivas para combatir esta situación. Cualquier tipo de dato no confiable aleja a las autoridades, sin importar qué tan competentes y experimentadas sean, para desarrollar estrategias eficientes en el combate al crimen organizado.

En lo que va de este año, el número de víctimas de homicidios dolosos y feminicidios en el país creció a 14 mil 666, de las cuales, mil 610 eran mujeres y 496 menores de edad. Tan solo en mayo, según cifras oficiales, fueron asesinadas más de 3 mil 61 personas, es decir 99 cada día.

En el caso de la Ciudad de México, los homicidios crecieron 35 por ciento en los últimos meses, según reportó la Fiscalía General de Justicia capitalina. Durante el mes de mayo, la dependencia documentó 100 casos, la cifra más elevada en los últimos 12 meses en la capital, de estos delitos, 66 se cometieron con arma de fuego, 16 con cuchillos o navajas y 18 con otro elemento.

Ante la creciente inseguridad en todo el país, Alejandro Desfassiaux enfatizó en la necesidad de que los gobiernos trabajen para garantizar la veracidad de las cifras, pues conllevan muchas implicaciones importantes que no se identifican en un primer vistazo, como que la gente deje salir a jugar tranquilamente a sus hijos en una región que considera segura, pero que en realidad es peligrosa.

Además, resaltó que dada la situación delictiva en el país y justamente a partir del incremento en el número de homicidios, la propuesta que pretende impulsar en 2023 el presidente López Obrador para que la Guardia Nacional cambie de adscripción de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a la Sedena sería “un gran acierto”, pues se requiere de una estrategia de largo plazo que permita institucionalizar a la Guardia Nacional y depurar a las policías estatales y municipales; que actualmente son ineficientes y no están capacitadas para establecer protocolos de ningún tipo para disminuir la inseguridad.