Red de corresponsales

Las imágenes de cientos de turistas que visitan las playas de Acapulco demuestran un patrón de riesgo que pone en peligro a miles de familias, no solo la de los propios vacacionistas, sino también la de los prestadores de servicios turísticos que los atienden en hoteles, restaurantes, centros comerciales u otros negocios.

En el puerto se han reportado en las últimas dos semanas que decenas de empleados de los giros antes mencionados, han sido contagiados de la pandemia que, en el puerto ha dejado 18 mil 715 casos, mil 979 defunciones y hasta este miércoles registra 932 activos.

La conducta de los visitantes que principalmente provienen del centro de la república como de la Ciudad y el Estado de México, Puebla o Morelos, ha sido una constante. Infringir las recomendaciones de autoridades de salud que, en el marco de lo que se ha considerado la tercera ola de contagios, ha ordenado disminuir los aforos y horarios como consecuencia del repunte de casos.

A bordo de un autobús o en varios vehículos particulares, llegan a las playas de la zona Diamante, Dorada o Tradicional, grupos numerosos entre los que se encuentran adultos mayores, jóvenes y niños quienes, en su mayoría no portan cubrebocas, a pesar del reciente anuncio de las autoridades por el retroceso del semáforo epidemiológico de color verde a amarillo.

En un recorrido por playas de la ciudad, se observó que solo una de diez o 15 personas, utilizaba esta medida, pero rompía con la otra recomendación de sana distancia bajo la sombra de una sombrilla o una palapa.

Este roll, ha generado distintas opiniones, pero la objetiva, es la violación a las recomendaciones sanitarias de los turistas que arriban al puerto de Acapulco que poco a poco se ve arrasado por la tercera ola de contagios de Covid-19.