Redacción

El medallero mexicano vuelve a moverse luego de cinco días en blanco. La selección de futbol rompió la maldición de los cuartos lugares y se colgó la medalla de bronce en Tokio 2020. El Tricolor cobró revancha por lo acontecido en México 1968 y en la casa de los locales les arrebató la última presea disponible.

México no tuvo inconvenientes para subir al podio. El 3-1 reflejó lo que pasó en el campo y hasta quedó corto.

La medalla fue fundiéndose a fuego lento. Japón fue otro. Los del país del sol naciente se mostraron desmotivados, como si quedar fuera de la final les quitara todos los deseos de jugar. El partido no fue parecido a lo que se observó en la fase de grupos. Los Samuráis Azules no presionaron, no aceleraron y estuvieron distraídos.

México mostró lo contrario. Los aztecas no quisieron regresar al país con las manos vacías. La derrota contra Brasil caló, sin embargo, mantuvieron el ánimo.

Alexis Vega, posiblemente el mejor jugador mexicano en los Juegos Olímpicos caracoleó en el área grande, Wataru Endo lo pisó y el árbitro etíope Tessema Weyesa señaló el penalti. El VAR confirmó su marcación. Sebastián Córdova tomó el balón y lo tiró colocado a la derecha de Kosei Tani. El jugador del América hubiera sido uno de los cobradores frente a la Verdeamarela en la anterior fase, pero en ese instante estaba fuera del campo.

El tanto azteca no les tocó las fibras a los japones, ellos siguieron desconectados. México aprovechó que el rival estuvo inerte, como sin alma. Johan Vásquez apareció en el área y con la cabeza acrecentó la ventaja. El zaguero limpió su alma luego ser uno de los que erró su penalti contra Brasil.

La segunda anotación azteca despertó a los nipones. El sol naciente empezó a salir.
Takefusa Kubo intentó ser el guía de los japones, pero careció de acompañamiento. En el juego de la fase de grupos elementos como Yuki Soma y Ritsu Doan enloquecieron a los defensas aztecas, pero en el juego por el tercer lugar fue diferente.

México bajó las revoluciones. Los jugadores sintieron el podio, pero faltaba un tiempo.
Japón regresó bravo. Hajime Moriyasu debió decirles en el descanso que el bronce también contaba.

Los nipones mostraron rebelión, sin embargo, Alexis Vega los apagó. El atacante cazó un centro de Córdova y puso el 3-0 lapidario. En ese instante Diego Lainez salió del campo por lesión. El jugador del Betis regresó a la titularidad, sin embargo, no ofreció una buena actuación. Diego pasó mucho tiempo en el piso.

Los Samuráis bajaron su escudo, todos corrieron en busca de buscar goles, eso provocó que dejaran huecos.Uriel Antuna y Henry Martín fallaron opciones claras en el área, los dos tiraron sobrados. La goleada pudo ser más holgada.

Japón realizó cambios. Los nuevos jugadores entraron con más energía. Memo Ochoa detuvo dos tiros que iban a la red, pero en el tercero no pudo hacer nada. Kaoru Mitoma en una jugada personal acercó a los locales.Los nipones le pusieron nervios al final del juego. Mitoma le cambió la cara a Japón, pero afortunadamente el tiempo en el reloj era poco.

México aguantó, sacó todo y terminó de fundir el bronce.