*Medida debe estimular proyectos productivos, no solo consumo.

Tras el anuncio del Banco de México (BANXICO) de recortar su tasa de interés líder en 25 puntos base con lo que ahora se ubica en 10.50 por ciento, Ki Capital, firma líder en gestión de inversiones, analiza las posibles consecuencias de esta medida en la economía mexicana, destacando tanto las oportunidades como los riesgos asociados.

Para la firma representada por Rodrigo Gómez Alatorre, socio fundador, el recorte de tasas de interés puede representar un alivio importante para las finanzas públicas, ya que permite abaratar las deudas del gobierno, lo que mejora la capacidad del Estado para gestionar sus compromisos financieros.

Este ajuste monetario, dijo, hace que el crédito sea más accesible para empresas y consumidores, lo que podría fomentar una mayor actividad económica a corto plazo.

“Una disminución en las tasas de interés facilita el acceso al crédito, impulsando el crecimiento económico, ya que las empresas tienden a apalancar sus operaciones y los consumidores tienen mayor capacidad de compra,” dijo.

Sin embargo, añadió que es necesario asegurar que esta medida estimule proyectos productivos de largo plazo y no únicamente el consumo.

El especialista financiero, agregó que, pese a los beneficios potenciales, el recorte de tasas también trae consigo ciertos riesgos.

“Una baja en los rendimientos de deuda podría desincentivar la inversión en estos instrumentos financieros, lo que llevaría a una salida de capitales extranjeros en busca de mayores rendimientos en economías desarrolladas, lo que podría resultar en una depreciación del peso mexicano, lo que encarecería las importaciones y afectaría el poder adquisitivo de las familias mexicanas”, alertó.

Gómez Alatorre, asimismo, advirtió que la salida de capitales podría debilitar nuestra moneda, ejerciendo presión sobre los precios de bienes importados y aumentando el riesgo inflacionario.

En ese sentido, el directivo de Ki Capital, consideró importante que el Banco de México monitoree de cerca estos movimientos para mitigar los impactos negativos.

Mencionó que el acceso más fácil al crédito puede incentivar el consumo, lo que, si no está acompañado por un aumento en la producción, podría generar un repunte en la inflación.

Añadió que, en este contexto, la política monetaria debe ser manejada con prudencia para evitar que los estímulos a corto plazo comprometan la estabilidad económica a largo plazo.