Seguramente has escuchado muchas veces que invertir te ayudará a formar un patrimonio, pero ¿sabes cómo funciona? Antes que nada, debes saber que en una inversión se destina dinero a una institución financiera, ya sea en acciones, bonos, fondos u otros instrumentos de inversión con la finalidad de que el capital obtenga mayores ganancias a largo plazo.

Al invertir pondrás a trabajar tu dinero para obtener intereses, también conocidos como rendimientos, y así hacerlo crecer para cumplir tus metas. De esta manera, tu dinero no perderá valor con el paso del tiempo, así que podrás olvidarte de dejar tus ahorros debajo del colchón.

Para obtener mejores resultados debes empezar a invertir lo antes posible y este es el mejor momento para hacerlo. Por eso es muy importante que conozcas cuáles son los dos tipos de intereses que se generan: compuesto y simple para que los aproveches al máximo y logres cumplir tus metas financieras.

Si piensas que esto es mucha información, no te preocupes, respira hondo, porque estar familiarizado con estos conceptos puede ayudarte a tomar la mejor decisión al momento de empezar a invertir, así que toma nota:

  • El interés simple es el que se calcula y se paga sobre el capital inicial. Esto quiere decir que cuando se cumpla el periodo que corresponda a tu instrumento de inversión, esa cantidad no se reinvertirá en el siguiente periodo. Esto quiere decir que si retiras lo que ganaste y solo reinviertes la cantidad que pusiste al principio, siempre generarás los mismos intereses.

Es muy sencillo calcularlo, solamente tienes que multiplicar el capital inicial por la tasa de interés y el tiempo. Esta es la fórmula:

Interés = (Capital inicial x Tasa de interés) x Tiempo de la inversión

Por ejemplo, si desde un principio invertiste $2,000 pesos y tu plan de inversión es de cinco años con una tasa de interés anual del 7%, cuando se cumpla ese lapso recibirás $700 pesos del interés simple.

  • El interés compuesto se genera cuando se haya cumplido con la fecha límite de tu inversión, y cuando esto sucede, reinviertes los intereses que ganaste y los sumas a la cantidad inicial. Así, año con año se calcularán de nuevo los intereses sobre esa cantidad final y cada vez los montos serán mayores. ¿A quién no le gustaría recibir ese tipo de ganancias?

Te dejamos el siguiente ejemplo para que te des una mejor idea de cómo funciona:

Si quieres invertir por cinco años con un depósito inicial es de $2,000 pesos y la tasa de interés es del 7%, en el primer año acumularás $140 pesos, es decir, tu total para ese periodo será de $2,140 pesos. Cuando empiece el segundo, se calcularán de nuevo con esta última cantidad, o sea que al final de esa anualidad el interés acumulado será de $289 y tu total de $2,289 pesos. Y así se irá acumulando año con año hasta el término del plazo de tu inversión.

Si lo que buscas es una herramienta que haga que tu dinero crezca, olvídate de la alcancía o de tener tus ahorros en la alacena. Cuando usas la inversión y reinviertes tus rendimientos, tu capital puede crecer gracias a la magia del interés compuesto porque al calcularse nuevos intereses en cada periodo, se producirá un efecto multiplicador que convertirá a tu dinero en una bola de nieve que no dejará de crecer hasta el final de tu inversión. Suena bien, ¿no?

Acá tienes otro ejemplo para que quede más claro:

Si tu depósito inicial es de $12,000 pesos con una tasa de interés anual del 7%, el primer año tendrás un total de $12,840 pesos. Cuando empiece el segundo periodo, los intereses se calcularán de acuerdo con la cantidad final del primer ciclo, o sea que al final tendrás un total de $13,739 pesos y así seguirá creciendo año con año. En cinco años, tu dinero habrá crecido a $16,830 pesos. ¿Te imaginas cuánto crecerá en 10, 15 o 20 años más?

No es necesario ser empresario o destinar mucho dinero, hay inversiones para todos los presupuestos. Puedes iniciar con la cantidad que se ajuste a tus necesidades y poco a poco destina un mayor monto para tener acceso a mayores rendimientos. Eso sí, debes poner mucha atención en la institución financiera que escojas, revisa que esté regulada y recuerda que si alguien te ofrece muchos rendimientos en poco tiempo y con cero riesgos, es muy probable que sea una estafa.

¡Anímate a dar el siguiente paso! Empieza a invertir, así, dependiendo de los instrumentos de inversión que elijas, puede ser que año con año veas beneficios que te ayudarán a construir el patrimonio de tus sueños.

Para más información sobre este tema u otras recomendaciones de Educación Financiera visita: https://www.banamex.com/sitios/educacion-financiera/

Fuente: Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera Citibanamex