Por Alejandro Durán
Durante agosto de este año, la actividad industrial del país cayó nueve por ciento a tasa anual, con lo que ligó 18 caídas consecutivas y acumuló una contracción de 13.1 por ciento en los primeros ocho meses de este año, la peor racha de la que se tenga registro.
En este sentido, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la producción fabril transita por la situación más difícil desde que se reporta el indicador Mensual de la Actividad Industrial en enero de 1994.
La caída a tasa anual de nuevo por ciento que reportó la actividad industrial durante el octavo mes del año fue resultado de las cifras negativas que mostraron sus cuatro principales componentes: Mientras que la minería se contrario 3.5, la industria manufacturera bajó 9.2, mientas que la construcción cayó 13.7 y el sector conformado por la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final retrocedió 4.5 por ciento.
A nivel de subsectores, las mayores caídas a tasa anual se observaron en la fabricación de prendas de vestir (-34.8 por ciento); curtido y acabado de cuero (-33.2); construcción de obras de ingeniería civil (-27.4); y fabricación de insumos para textiles (-25.4 por ciento).
Al respecto, Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico de Ci Banco, explica que, tras el periodo de confinamiento por la emergencia sanitaria por el COVID19, la recuperación en la actividad industrial perdió dinamismo, pues al considerar la variación mensual, la actividad registra un avance de apenas 3.3 por ciento, pues en junio la expansión fue de 18.1 por ciento y en julio de 7.1.