Muchos fuimos testigos auditivos de las palabras vertidas por aquella voz lenta, cansada e indolente, con inconfundible acento norteño, que sabiéndose “dueña” del partido, instruía a su pelele para que en caso de que ganara Mario Delgado entraran en “resistencia” para evitar se “agandallaran” las candidaturas.

Ahora sabemos, la “resistencia” inició un poco después, cuando su títere, sin tener vigente una elección como “presidente interino”, ni contar con el aval del Comité Ejecutivo Nacional en su conjunto, hacía  designaciones discrecionales en varios estados, como delegados en función de presidentes, secretarios de finanzas y de organización, así como representantes ante diferentes OPLES. Todos a modo de doña Bertha.

Esta embestida, tan cuestionable como irregular, habría de seguir con la convocatoria a una sesión urgente del Consejo Nacional, qué en congruencia con el pasado, tampoco tendría quórum. Aquí es importante citar, que a pesar de haber incluido -como siempre- a personas que no eran consejeros nacionales, sólo pudo llegar a 99 militantes. Al final de la sesión, permanecían 80 confundidos participantes. La presidenta del Consejo estará considerando sustituir a los “faltistas” y elegir despóticamente a sus incondicionales. La falta de asistencia y apoyo tiene que ver con la desilusión de los consejeros por su comportamiento e ilegalidad frecuente.

El Comité Ejecutivo Nacional también está en sus manos. Al finalizar el exitoso año de 2018, Bertha ordenó un ataque sistemático a la figura estelar de Yeidckol Polevnsky. Inició con un linchamiento mediático, después impediría Gabriel García le entregara el padrón existente. Por último, boicoteó todos y cada uno de los actos del CEN, creando una parálisis en el partido.

En el mes de enero del año en curso, logró que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación  validara un Congreso a todas luces ilegal, imponiendo una figura inexistente (presidente interino) y sobre todo, cubriendo ocho Secretarías que NO ESTABAN VACANTES pues habían sido elegidas de forma absolutamente legal en congruencia con el estatuto y debidamente registradas ante el Instituto Nacional Electoral. Una vez más, engañó a los congresistas y al propio TEPJF. Esta jugada perversa, le permitió hacerse provisionalmente en el control del CEN. No hay que olvidar el “presidente interino” así como los ocho secretarios que suplantaron a los secretarios legítimos, tuvieron un plazo de 120 días para desarrollar un trabajo que nunca hicieron y que venció el 26 de Julio pasado. Por lo anterior es razonable pensar deben regresar a sus cargos y funciones los ocho secretarios defenestrados sin que mediara juicio alguno por medio como marca el propio estatuto.

Por si fuera poco someter a su antojo El Consejo Nacional, El Comité Ejecutivo Nacional y la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, la ambición de Bertha no terminaría ahí, pues también operaría en una sesión irregular del Consejo para imponer a los tres miembros del Comité de Encuestas que es menester decir NINGUNO cumple con los criterios técnicos que establece el estatuto. Un sobrino de Bertha (Fernando Tiscareño Luján) con toda impunidad, ordenaba por medio de su chat que todos los consejeros afines deberían votar por Pedro Miguel y los otros dos. Con esa irresponsabilidad quedaría conformado ese importante comité.

Por último, hablar de la fallida Comisión Nacional de Elecciones (Hortensia y Felipe) es confirmar su ciega obediencia.

Los fraudes sistemáticos de Luján y su desprecio por Morena, han sugerido siempre su expulsión del partido con la oposición de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, cómplices evidentes en todas sus fechorías, cuya prioridad, es perseguir a todos los que consideren “adversarios” de Bertha y defender a sus seguidores.

Para poder extirpar esos tumores que significan Bertha Luján Uranga y Héctor Diaz Polanco, la militancia tiene alternativas estatutarias. El artículo 41 consigna que el Consejo Nacional podrá sesionar las veces que sean necesarias a solicitud de la tercera parte de los Consejeros nacionales y es claro su inciso (d) que menciona la revocación de mandato.

 

¡Es cierto, nada podrá resarcir el daño causado pero se podrán evitar agravios futuros!