Redacción 

Ya suman más de 12 horas en que comenzó el cómputo de los votos de los estadounidenses para elegir a quien será el nuevo anfitrión de la Casa Blanca, pero lo cierto es que al filo del mediodía de este miércoles el mundo todavía está en vilo por el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Tras una larga noche electoral, aún no está claro que el candidato demócrata, Joe Biden vaya a arrebatar la presidencia a Donald Trump, quien se ha apresurado a proclamarse vencedor sin conocer los resultados definitivos.

El proceso llamó más la atención cuando el reloj del escrutinio electoral se ralentizó a partir de las 01.00 local del miércoles (06.00 hora GMT), cuando quedaba un puñado de estados clave por conocer, siete territorios de los que depende el futuro del país norteamericano.

La situación

Hasta el momento, Biden aventaja a Trump por 238 delegados frente a 213, según las proyecciones de los principales medios estadounidenses, con lo que todas las opciones siguen abiertas: quedan 87 electores por repartir.

De esta manera, las miradas están fijas ahora en los estados bisagra de Pensilvania, con 20 delegados en el Colegio Electoral; Michigan, con 16; Wisconsin, con 10; Carolina del Norte, con 15; Georgia, con 16; y Nevada, con 6; a los que se suman los 3 compromisarios en juego de Alaska y 1 de Maine.

El Colegio Electoral es un órgano integrado por 538 delegados distribuidos en función de la población de cada uno de los estados. El candidato ganador en cada uno de esos estados, aunque sea por un solo voto, se lleva todos sus compromisarios; y el aspirante que llega a 270 gana las elecciones.

El escenario más probable

En general, Trump tiene 9 caminos posibles para ganar. Son la mitad de los de Biden, quien cuenta con 18 combinaciones posibles, según un análisis de The Wall Street Journal.

Si se observa el mapa del país a grandes rasgos, Biden se ha hecho con el triunfo en toda la costa oeste, además de gran parte de la fachada atlántica del país, así como con el estado clave de Arizona, aparte de Colorado, Nuevo México, Illinois y Minesota.

 

El candidato demócrata necesita sumar 32 grandes electores para llegar al “número mágico” de 270. El empujón definitivo podría llegarle de Nevada (6 votos electorales), Wisconsin (10 votos electorales), Michigan (16 votos electorales). Ganando estos estados, Biden sumaría 270 grandes electores, lo que le abriría las puertas de la Casa Blanca.

En este escenario, Biden ganaría aún perdiendo en Georgia y en Pensilvania, uno de los estados que, con sus 20 grandes electores, en la víspera eran considerado fundamental para llegar a la presidencia.

Este es, por el momento, el escenario más probable: Biden lidera la votación en Nevada (49.23 por ciento frente al 48.59 de Trump, con el 67 por ciento escrutado); en Wisconsin (49.57 por ciento frente al 48,94, con el 95 por ciento escrutado); y en Michigan (49.33 por ciento frente al 49.13 de Trump).