Redacción
El doble homicidio de Héctor y Alan, los niños mazahuas asesinados en el Centro Histórico de la Ciudad de México, obligó a las autoridades a “limpiar” por lo menos 10 vecindades localizadas en el primer cuadro de la capital: entre las alcaldías Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, pertenecen a la organización criminal de La Unión Tepito.
Los inmuebles, reveló una investigación realizada en el 2019, son utilizados como bodegas para almacenar drogas y el dinero en efectivo recolectado, casas de seguridad, y también para asesinar, torturar, y descuartizar a sus enemigos.
Por lo menos seis de las 10 vecindades, señaló el medio, son administradas por la hermana de Roberto Mollado Esparza, mejor conocido como El Betito, líder de la banda delictiva.
En uno de los domicilios, ubicado sobre la calle Jesús Carranza, se planean los crímenes como el asesinato de los menores de edad Héctor y Alan, se distribuyen los sectores a extorsionar, y también se nombra a los lugartenientes de cada cuadrante en la zona Centro de la Ciudad de México.
Autoridades capitalinas cuentan con grabaciones en audio y video, como parte de las indagatorias, de algunos eventos criminales que se imputa a la organización.
El gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum busca, además de reforzar los trabajos de inteligencia y la presencia de elementos de seguridad, expropiar las vecindades y así quitarle refugios a La Unión Tepito, una de las principales células generadoras de violencia en la capital del país.
Aquellas que las autoridades tienen identificadas y catalogadas como los centros de operaciones de la Unión Tepito están ubicadas sobre las calles Jesús Carranza, Manuel Doblado, en los reductos de Peña y Peña, Carpinteros, y en las calles de Panaderos, Del Carmen, República de Chile, Cuba, y Brasil.
En un cateo realizado el sábado pasado, agentes de la Policía de Investigación (PDI) de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) detuvieron a tres personas y se aseguraron más de 200 dosis de droga.
Tras las incautaciones, en un inmueble localizado en la calle Libertad, en la colonia Morelos, fueron aseguradas alrededor de 50 dosis de cocaína.
También se conoce que la organización criminal se apoderó de manera ilícita de algunas de las vecindades y que ahora funcionan como complejos habitacionales o plazas comerciales: se espera la intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) porque los domicilios fueron producto de secuestro, extorsión, y la venta de drogas.