Por John Soldevilla (*)
En las últimas semanas, el sector automotriz de México ha mostrados diversas señales.
La primera buena: la producción de vehículos hizo un salto importante en octubre y logra prácticamente recuperarse de la reciente crisis que enfrentó durante abril y mayo. En efecto, en octubre se produjeron 347,829 vehículos en el país, destacándose los siguientes puntos: uno, reportó un crecimiento de 8.8% anual, retomando una tasa positiva prácticamente desde hace un año y medio y siendo su mejor ritmo desde enero del año pasado; dos, con esta cifra estaría superando los niveles previos a la pandemia y estaríamos ante una de las industrias que más rápidamente se recupera de la reciente crisis.
En este año, la producción de vehículos caería alrededor de 21%, una caída más aguda que el -28% de la crisis de 2009 y que el -15% de la crisis de 1995. El desplome es tal que solamente hacia el año 2023 se habría recuperado por completo de la crisis de este año, asumiendo que en los siguientes tres años creciera alrededor de 10% promedio anual. Posiblemente veremos un rebote de 16% en 2021, condicionado a la recuperación de la economía de Estados Unidos, hacia donde se destina el grueso de las exportaciones.
La segunda buena: las exportaciones de vehículos crecieron 8.2% anual en octubre, produciéndose 280,474 unidades en el mes. También recupera su nivel previo a la pandemia, lo que confirma nuestra hipótesis inicial de que las industrias con orientación exportadora serían las que se adelantarían en la recuperación de la economía. En vehículos, cerca de 90% de su producción se destina al mercado externo, siendo esta proporción un poco más baja en el caso de autopartes. Ambas van de la mano y son industrias que rápidamente se están recuperando.
La mala es que la venta de vehículos al menudeo (al público) retrocedió 21.3% anual en octubre. Aunque se recupera un tanto con respecto a los meses previos, las caídas son aún significativas y su tendencia a la baja se repite por cuarto año consecutivo. En la historia reciente, solamente durante 2007-2009 (tres años seguidos) se reportó una caída cercana a la que ahora vemos. Más antes, solo en 1995 se reportó un desplome de 62% en este mercado, durante la crisis económica mexicana. Ahora se venden alrededor de un millón de unidades anuales en este mercado; comparado contra su máximo histórico de 1.64 millones anuales de marzo de 2017, significa que estamos 40% debajo de dicha cifra.
La recuperación de este mercado interno tardaría varios años, en condiciones en que la economía y el empleo avanzan solo moderadamente. En el balance general, este mercado caería 27% en este año, posiblemente con recuperaciones moderadas en los siguientes años. Este mercado enfrenta una crisis sin precedentes y recuperaría su máximo histórico de 2016 solo hasta después de 2027. Hace falta que el empleo, los salarios reales, el crédito y la misma economía crezcan a tasas elevadas para que este mercado se recupere más rápido.
Mientras tanto, México sigue siendo un jugador importante a nivel mundial tanto en producción como en exportaciones de vehículos. La industria automotriz sigue siendo la principal generadora de divisas a la economía, con 143 mil millones de dólares en exportaciones en 2019, muy distante de cualquier otro rubro. También es un importante generador de empleos e inversión extranjera directa, entre otras bondades de la industria.
( * ) Economista en jefe de Engen Capital, financiera independiente que se dedica al arrendamiento de activos productivos.