Redacción

La crisis generada por la pandemia del COVID-19 es una gran oportunidad para revisar y replantear la forma en que opera una empresa de manera interna, en especial tomando en cuenta los cambios de rutinas y formatos de trabajo que vienen sucediendo. En la búsqueda de este cometido, tener a los colaboradores como prioridad será el principal punto a favor.

La cultura laboral impacta directamente en el bienestar, la felicidad y la motivación de los miembros de una empresa. Estos factores, a su vez, guardan relación directa con la productividad. Por lo tanto, las empresas más exitosas son aquellas que tienen como principal objetivo el desarrollar una cultura organizacional sana, salvaguardando el bienestar de sus colaboradores y asegurando que se sientan valorados y parte importante de la organización.

Sin duda, crear y mantener una cultura corporativa sólida es una tarea especialmente difícil considerando las dificultades impuestas por la pandemia. Sin embargo, las empresas deben tomar esta oportunidad para reafirmar sus valores, asegurar la productividad en un año lleno de incertidumbre y mantener una ventaja competitiva en el tiempo. Por eso, Comunal Coworking, líder en espacios de trabajo que al día de hoy administra más de 40,000 metros cuadrados entre México y Perú, presenta algunos consejos básicos:

Realizar un diagnóstico organizacional

Para desarrollar cultura, es indispensable escuchar al equipo primero. Las empresas deben diagnosticar la satisfacción laboral y entender cómo se percibe internamente la cultura organizacional. Con base en esto, las empresas tendrán mayor claridad de dónde concentrar sus esfuerzos, reforzando aquello que hacen bien y atendiendo las oportunidades de mejora.  De esta manera, podrán lograr un balance entre las necesidades de la plantilla laboral y las posibilidades y objetivos de la empresa. 

Identificar líderes

Otro paso importante es asegurar que los líderes sean los principales promotores de la cultura. Es importante que los líderes personifiquen los valores de la empresa y cuenten con las herramientas necesarias para guiar a sus equipos hacia una meta común y predicando su propio ejemplo. Muchas veces, hay que entrenar a los líderes para que sepan integrar y motivar a sus equipos, haciendo que todos se sientan escuchados y respaldados por un representante decidido, organizado y con enfoque en resultados. 

Replantear el código de conducta

Dentro del actual contexto, también es esencial revisar el código de conducta y adaptar a la nueva realidad los puntos que así lo requieran. Por ejemplo, se debe identificar a los colaboradores vulnerables y establecer políticas más seguras y flexibles para ellos. Asimismo, se debe identificar las condiciones que tienen los distintos equipos para el trabajo remoto, y ver si se puede apoyar a aquellos que así lo requieran (debido a que no tienen una silla adecuada o buena conexión a internet, por ejemplo). Además, se deben revisar factores como el código de vestimenta, los horarios de trabajo y el uso de la oficina. Se deben respetar los horarios laborales para asegurar un buen balance con la vida personal, y  contar con una política flexible que permita alternar entre el trabajo en casa y el trabajo en la oficina, que suele contar con una mejor infraestructura de trabajo.

Asegurar una buena migración a lo digital

Con el distanciamiento social, se aceleró la adopción de canales de trabajo y comunicación digitales. Sin embargo, estos cambios muchas veces generan confusión en los trabajadores e incluso resistencia al cambio. Como parte del plan de cultura, se debe facilitar la transición de los equipos hacia plataformas virtuales. Es importante acompañar a los equipos, comunicando los objetivos y ofreciendo las capacitaciones necesarias para asegurar que no se pierda la productividad y eficiencia.  Asimismo, se deben implementar canales distintos según la naturaleza de cada objetivo. Por ejemplo, existen canales más formales para reuniones o capacitaciones, y también plataformas que ayudan a reemplazar interacciones más informales, como los eventos de integración y las conversaciones espontáneas de pasillo. Ambas cosas son importantes para fortalecer la cultura.

Revisar los planes de incentivos

Con el cambio de rutinas y hábitos, varían también las necesidades y los gastos de los distintos colaboradores. De cara al 2021, puede ser importante también revisar, modificar y/o incrementar los incentivos para renovar el ánimo de los trabajadores y su compromiso con los objetivos organizacionales. Por ejemplo, hay empresas que intercambiaron los vales de gasolina que ya ofrecían por vales para el supermercado, debido a que los colaboradores están desplazándose menos en coche. Por otro lado, hay empresas que han decidido ofrecer cupones de “horas libres”, para permitir que los colaboradores realicen determinados trámites personales en horario laboral y sin tener que excusarse. Esto es particularmente importante en pandemia, en que algunos servicios tienen aforo y horarios limitados. Existen diversas formas de incentivar a los equipos, y no todas implican una inversión económica. Sin embargo, los incentivos son efectivos para demostrarle a los trabajadores que la organización entiende sus dificultades y necesidades, y que está haciendo lo posible para acomodarse a ellos.

Dentro de este contexto, Comunal Coworking es una excelente alternativa para ofrecer a los colaboradores espacios de trabajo que se adapten a sus ritmos y dinámicas laborales. Además de ofrecer espacios flexibles con infraestructura de la más alta calidad y protocolos de protección de talla mundial, Comunal también ofrece servicios que potencian las estrategias de recursos humanos de sus clientes. Por ejemplo, lleva a cabo eventos de networking virtuales como los Comunal Forums y Comunal Talks, y también ofrecen detalles de cultura en fechas especiales. Para más información, visita Comunal Coworking.