Redacción

Como parte de la estrategia para reactivar la actividad económica ante los embates de la pandemia del COVID19, el pre-candidato para diputado federal por MORENA, Diego Valdéz, propuso impulsar la competitividad de los negocios familiares y de menor tamaño, por medio de la dotación de instrumentos tecnológicos para que aumenten y mejoren la oferta de sus productos y servicios.

En ese sentido, el aspirante a representar al Distrito 14 de la Ciudad de México ante el Congreso de la Unión, dijo que pugnará por reformas encaminadas a dotar de diferentes soluciones a las micro y pequeñas empresas del país, como el acceso a dispositivos para el cobro a través de medios electrónicos, así como herramientas para poder aceptar el pago de servicios públicos y privados, como energía eléctrica, internet, telefonía móvil, gas natural, pago de derechos, entre otros.

Lo anterior, explicó Diego Valdez, con el objetivo de que los negocios tradicionales, como “la tiendita de la esquina o la papelería” puedan aceptar pagos con tarjetas de débito o crédito, así como procesar el pago de servicios, con lo cual podrían competir en mejores condiciones frente a las llamadas tiendas de conveniencia.

“La justificación de esta ley la encontramos en el debilitamiento del sector primario y la inserción de empresas trasnacionales de distribución de productos de primera necesidad, en la economía local de las alcaldías de la Ciudad de México, cuya consecuencia fue el debilitamiento de la economía local”, comentó.

En entrevista, Diego Valdéz agregó que su propuesta va de la mano a promover la formalización de los negocios familiares, con el objetivo de que tengan acceso garantizado a prestaciones de ley, como seguridad social e INFONAVIT.

El oriundo de la alcaldía de Tlalpan, en el sur de la Ciudad de México, explica que la falta de competitividad y capacitación de los negocios familiares ha contribuido a que pierdan mercado ante las grandes cadenas comerciales.

Al respecto, dijo que en esa zona de la capital del país es común ver el cierre definitivo de negocios familiares que pasaron de generación en generación, lo que significa la pérdida de miles de empleos y, además, de negocios emblemáticos de la zona, por lo que este proceso también implica una pérdida gradual de identidad para cada región.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el último año más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas cerraron de manera definitiva.

Por ello, Diego Valdéz insistió en la necesidad de fortalecer a los micro y pequeños negocios, tomando en consideración que, junto con los medianos, llegan a representar hasta el 98 por ciento de la planta productiva del país y generan alrededor del 80 por ciento del empleo total.

“Se debe promover el mercado interno mediante la legalización del comercio informal y el impulso a la creación de empresas familiares y de oficios que oferten sus servicios dentro de las comunidades, de modo que el capital circule dentro de las comunidades, y pueda promover el mercado interno de cada localidad”, comentó.