Por: Jhad

Este miércoles 4 de septiembre se cumplen los primeros cincuenta años del Sistema de Transporte Colectivo Metro, uno de los sistemas de movilidad más importantes con los que cuentan los habitantes de la Ciudad de México.

El Metro fue inaugurado por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz y el regente Alfonso Corona del Rosal, con un recorrido de la estación Chapultepec a la estación Zaragoza.

Fue al día siguiente cuando oficialmente se abrió el servicio para el público en general, iniciando una historia que hoy cumple 50 años de vida.

Inició con 16 estaciones en la línea uno y actualmente existen 195, divididas en las 12 líneas con que cuenta el sistema.

El tren naranja es el transporte más utilizado por los capitalinos y su costo está considerado como uno de los más económicos del mundo. El número de viajeros al día es de aproximadamente cinco millones.

Unos lo aman, otros lo odian, pero nadie se escapa de usarlo. Es un referente para los turistas y un transporte necesario para los miles de trabajadores que se trasladan al lugar donde laboran.

Muchas historias se cuentan del Metro, de sus vagones, de sus misterios, de sus leyendas.

Es un viejo naranja que conoce cada rincón de la capital porque la recorre día con día.

Es un cincuentón que coqueto se prepara para seguir sumando años de servicio.

Quienes hemos viajado en él, tenemos algo de su esencia. El tururú famoso, el olor a cebolla en la estación Merced, el largo recorrido por el pasillo en el metro La Raza, y el olor a caño en Pantitlán entre otras cosas.

Es el metro, un cincuentón que sigue vigoroso y fuerte. Un tren naranja que nos traslada, nos encabrona, nos ensucia, nos jode, pero aun así lo amamos porque está hecho a la medida de todos nosotros.