Día: Jueves 17
Mes: Julio
Año: 2003
Hora: 20:08
Lugar: Palacio de los Deportes de la Ciudad de México.

Cuando un concierto comienza, tengo la costumbre de ver la hora en la cual salen los integrantes a ejecutar lo que saben hacer. Ya saben, lo de siempre, estamos en la pendeja, hacemos “la ola”, gritamos “México, México, México” y llevamos el ritmo con las palmas. De pronto…se apagan las luces, gritos, euforia, más gritos…recuerdos.

Mike, Jeff, Stone y al final Eddie Vedder. Todo se detiene. Dejo de escuchar. Dejo de gritar y de un chingadazo en mi cabeza es 1992 -para ser exactos, septiembre de 1992-, año en el cual se lanzó el video de Pearl Jam, donde un puberto llamado Jeremy, se volaba los sesos debido a abusos y falta de atención. Con ironía puedo decir que, al menos en aquellos años se suicidaban. Hoy en día es… horriblemente diferente.

Sigo viendo subir en cámara lenta a la banda al escenario y mis recuerdos me siguen atacando; recuerdo la portada del disco Ten donde los 4 miembros unían sus manos en el aire, con fondo de color rosa/violeta/oscuro,.

Recuerdo que comencé a usar el cabello largo y mi mamá me jodía durísimo para cortármelo hasta que me puso un chicle en la almohada y todo valió… madres. Recuerdo las botas, las camisas de franela, las chamarras de mezclilla, la barba de “tres días” (aunque la neta es que a mí me salió barba por ahí de los 27 años, ¿Qué pedo con mi cuerpo?).

Producción compuesta por 11 tracks, todos con una historia pura, auténtica y sólida. El “emo” en su máxima expresión, pero con guitarras estridentes llenas de “quiero hacerla de a pedo”, melodías llenas de gritos que demandaban respuestas prontas: ¿Por qué nadie ayudó a Jeremy?, ¿por qué la madre soportaba madrazos de “un nuevo amor”?, ¿por qué a pesar de todo, “Alive” es un himno de no doblegarse? (Eddie al inicio solía decir que seguir “Alive” era una maldición), ¿por qué Realease nos hace llorar ante la falta de una figura paterna que no importa si estuvo presente o no, en el primer círculo familiar?

Pearl Jam con el disco Ten le habló a una generación de problemas profundos, de emociones, de injusticias y no sólo en sus rolas habló de eso.

Pearl Jam fue la primera banda en “ponerse al tu por tu” contra Ticketmaster y sus prácticas monopólicas, durante años en los Estados Unidos. Pearl Jam le vendía la fecha a organizaciones, en lugar de Ticket Master, aunque… tuvo que sucumbir y para presentarse en México, la trasnacional los trajo, pero… eso vale madre, al final vinieron, lloré, salté, grité, junto con otras casi 70 mil personas en 3 fechas en el “Domo de Cobre”.

La importancia e impacto de esta producción tiene un gran reconocimiento, fueron, junto con Nirvana, Alice in Chains, Soundgarden y un largo etcétera, los que levantaron esa voz interna que nos hizo cuestionarnos, pensar si en verdad queríamos ser auténticos o si sólo queríamos ser esas pinches mentes comunes y más, cuando vives en el tercer mundo disfrazado de “desarrollo”.

Se cumplen 28 años del disco Ten y aún sigo recordando a lo que olía el grunge, ese aroma de jodidez emocional que nos enseñó a que no estaba tan mal sentirse podrido por dentro y sobre todo, comenzar a reconocer esos sentimientos y poder lidiar con una juventud sin dirección.

Si, aquel 17 de julio del 2003 a las 20:08 de la noche… recordé que no debo de abandonarme tan fácilmente, hoy, a 14 años de distancia de ese primer concierto y a 28 años de 1991, con menos cabello, con más solidez emocional, con experiencia (esa que te la ganas haciéndote cagada tú solito), con más años…

20:09…

Comienza el show.

Ahí voy, sigo siendo ese adolescente de botas, shorts cargo, playeras y camisa de franela a la cintura, con otras responsabilidades, pero sin abandonarme.

(No mames la que me esperaba…)