Por Francisco Romero
Con todo y que la economía mexicana acumuló dos caídas a tasa anual en el segundo y tercer trimestre de este 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que “técnicamente, no hay recesión” y que el “escaso” avance, aseguró, “es porque estamos poniendo orden.
En este sentido, el Primer Mandatario recurrió a su argumento de que tiene sus propios dados, y los cuales arrojan, según él, que la economía mexicana “marcha muy bien”.
“Lo primero era poner orden, ya lo conseguimos, se hablaba de la transición para aplicar todos los cambios para iniciar una nueva etapa y en materia económica, de a acuerdo a mis datos, vamos muy bien; habría que ver todos los indicadores no sólo de crecimiento”, sostuvo en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
De acuerdo con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la industria de la construcción, la inversión fija bruta, la actividad industrial y otros indicadores se encuentran en bajos niveles históricos; algunos en los peores escenarios en una década.
El presidente López Obrador reconoció que detrás del bajo dinamismo económico se encuentra el lento flujo de la inversión pública, pero argumentó que obedece, según él, a nuevos criterios para el desarrollo de proyectos.
“Ya no es gastar por gastar, no es otorgar contratos a diestra y siniestra”, aseguró.
Tras subrayar que el gobierno ya no tiene empresas favoritas, el Ejecutivo federal afirmó que “se han creado empleos, el salario ha aumentado como nunca, la economía popular anda bien que se refleja en el incremento al consumo, tanto en tiendas departamentales como en el comercio al menudeo”, entre otros factores económicos positivos.