Por Alejandro Durán
Ante la deficiente estrategia económica que ha implementado la presente administración federal, la confianza del consumidor se encuentra en caída libre, pues durante febrero de este año reportó una caída anual de 4.7 puntos, su mayor descalabro en 36 meses, de acuerdo con datos ajustados por estacionalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC), cuantifica la certidumbre que muestra la población respecto a la condición económica en que se encuentra y la posibilidad de adquirir bienes duraderos, como vehículos, inmuebles y otros artículos.
Por medio de un reporte, el organismo precisó que el balance desfavorable que mostró el indicador fue resultado de los comportamientos negativos que mostraron sus cinco componentes.
De esta manera, con cifras desestacionalizadas, en el segundo mes del año en curso el componente correspondiente a la opinión sobre la situación económica de los integrantes del hogar en el momento actual frente a la que tenían hace doce meses disminuyó 1.0 puntos con relación al mismo mes de 2019.
En tanto, los rubros que evalúan la expectativa sobre la situación económica de los miembros del hogar dentro de doce meses respecto a la que registran en el momento actual y la situación económica del país hoy en día comparada con la que prevaleció hace doce meses cayeron 3.4 y 4.6 por ciento, respectivamente.
A su vez, el indicador que capta las expectativas sobre la condición económica del país esperada dentro de un año respecto a la situación actual se desplomó 11.3 puntos respecto a lo reportado hace un año.
Finalmente, el componente relativo a la opinión sobre las posibilidades en el momento actual por parte de los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un año, para efectuar compras de bienes durables, tales como muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos presentó una caída anual de 3.3 puntos.