LA TRIBUNA

Por Cecilia Martínez

Como parte del proceso de desconfinamiento, gobiernos de varios países analizan la eventual aplicación de una novedosa y controvertida credencial: El pasaporte de inmunidad.

El pasaporte de inmunidad comprobaría que alguien es inmune o ha superado al SRS-CoV-2, y funcionaría como un documento médico que certificaría que el paciente recuperado no podría contagiarse ni transmitir el virus.

Incluso, Países Bajos propone “inmunidad colectiva”, la cual plantea que, en la medida de que más y más personas se infecten, habrá más gente que se recupere y sea inmune a futuras infecciones.

“Desde el punto de vista epidemiológico, el truco es reducir el número de personas con las que estamos en contacto que infectamos y que la inmunidad de grupo comience antes”, dijo Matthew Baylis, profesor del Instituto de Infecciones, Ciencias Veterinarias y Ecológicas de la Universidad de Liverpool.

Existen muchas especulaciones respecto al tema, ya que genera preocupación por los privilegios que se puedan otorgar a un sector de la gente y a otra se le pueda excluir.

Países como Alemania, Italia, Estados Unidos, Reino Unido, España o Chile han tratado el tema sobre otorgar estos pasaportes a quienes se han recuperado, con la finalidad de regresar al trabajo y ya no tener que someterse a restricciones por la pandemia.

Hasta el 25 de abril se habían confirmado más de 2.8 millones de casos de Covid-19 a nivel global y más de 200 mil muertes, según la Universidad Johns Hopkins.

Sin embargo, la ciencia no respalda dicho “pasaporte de Inmunidad”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que no hay análisis clínicos que demuestren que el flujo sanguíneo de los recuperados de COVID-19, cuenten con los anticuerpos necesarios para convertirlos en personas inmunes al brote, es decir, no hay elementos para garantizar que, al contraer el virus, no lo volverán a padecer, lo que resultaría insuficiente para extender un certificado que avale que ya no puede contagiar a otros.

“Al 24 de abril ningún estudio ha evaluado si la presencia de antivirus al SARS-CoV-2 confiere inmunidad a infecciones posteriores en humanos”, advierte la OMS.

Aún no se cuenta con evidencias para determinar la inmunidad y las pruebas de laboratorio para detectar anticuerpos, se necesitan más validaciones para que sean muy precisas. Esta valoración también es necesaria para distinguir la infección por el virus SARS-CoV-2 causante de la pandemia, además de los otros seis tipos de coronavirus.

Por lo tanto, expertos no recomiendan usar certificados serológicos, pues todavía se necesitan evidencias científicas, verificando que las pruebas sean contundentes para clasificar a las personas correctamente a las categorías sanitarias a las que pertenecen y no clasificándolas erróneamente.

La recomendación por parte de la OMS es seguir con los protocolos sanitarios, es decir, lavado de manos cada tres horas, quedarse en casa, limpiar superficies de contacto, guardar distancia y conservar la calma frente a la epidemia, en tanto se dispone de una vacuna patentada y distribuirla equitativamente, pues con o sin pasaporte de inmunidad, lo realmente importante es cuidarnos.