Red de corresponsales
Washington, EU.- Al convertirse América en el epicentro de la pandemia de COVID-19 han saltado nuevas preocupaciones sobre la capacidad de atención no sólo de este padecimiento, sino del resto que ya mantenía a los sistemas de salud de los países que conforman el continente y que reciben el apoyo de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, hipertensión, tabaquismo, cáncer entre otras, tienen una “relación nefasta” con la pandemia, pues las personas que ya sufren estos padecimientos y se contagian con el virus SARS-CoV-2 tienen consecuencias más graves que el resto, advierte la directora Carissa Etienne.
Por ejemplo, de acuerdo con los datos recuperados por la organización más de un 28 por ciento de los pacientes que han contraído la enfermedad y que luchaban contra el cáncer han perdido la vida.
En el continente americano el riesgo de sufrir consecuencias graves por el contagio de COVID-19 es alto, pues un millón 200 mil personas sufren de cáncer, 62 millones viven con diabetes, el 15 por ciento de la población de América Latina y el Caribe consume tabaco.
El cambio en los servicios de salud, para concentrarse en la atención a la pandemia, también afecta a las personas con enfermedades no transmisibles, afirmaron hoy los panelistas en la conferencia de prensa de la OPS, pues los médicos, enfermeras y trabajadores sanitarios en general han tenido que cambiar su ritmo para concentrarse en la atención a la pandemia.
Uno de los países que ha generado una preocupación particular ha sido Brasil, pues el número de muertes continúa en aumento. De acuerdo con la OPS si la tendencia continúa para el 4 de agosto 88 mil 300 personas podría haber perdido la vida a causa de la pandemia en el país.
En el caso de México Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, aseguró que resulta posible que la tasa de letalidad en este momento sea alta por la decisión de las autoridades gubernamentales de sólo hacer pruebas a los casos considerados graves, pero en cuanto aumente el número de pruebas disminuirá la tasa de mortalidad.