Por Diana Domínguez Galván

La adaptación de los consumidores a la nueva forma de adquirir vehículos a través de vías no físicas y la rápida respuesta de los distribuidores de automotores para implementar nuevos canales tecnológicos de venta ante la pandemia del Covid-19, propiciaron que en mayo pasado se registrara un incremento del 20.4 por ciento en ventas de vehículos, en relación a abril de 2020.
Aunque durante mayo pasado se vendieron en el país 42 mil 028 vehículos nuevos, es decir, el 58.96 por ciento menos que en igual mes de 2019, la cifra resultó favorable comparada con el mes inmediato anterior cuando se comercializaron 34 mil 903 unidades.

De acuerdo con el comentario al respecto del director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (Amda), Guillermo Rosales Zárate, la venta de vehículos ligeros en Mayo estuvo condicionada por el aislamiento social al que obligó la contingencia sanitaria ante el COVID-19 que mantuvo cerrados los pisos de venta de los comerciantes de vehículos.
Esta circunstancia llevó a que sólo se pudieran comercializar vehículos a través de la combinación de canales de venta a distancia, tales como la atención telefónica, redes sociales, sitios web y atención domiciliaria.
Desde el inicio del aislamiento social por el COVID-19 se han modificado rápidamente los hábitos de consumo de la población y la capacidad de gestión de los distribuidores, adaptándose al entorno y utilizando de mejor forma estos canales.
“Esta circunstancia explica en buena medida que la venta en mayo haya sido mejor que en abril y con una caída relativa menor que la del mes anterior”.
En abril se colocaron 34 mil 903 unidades con una variación negativa del 64.5 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior.
Agregó Rosales Zárate que en el orden de variables positivas también contribuyó el registro de venta de flotillas, incluyendo ventas internas entre personal de las propias empresas automotrices.
De esta manera, según cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadístia y Geografía (Inegi), en el acumulado enero a mayo se han comercializado 373 mil 608 vehículos, mientras que en el mismo periodo del año anterior se habían vendido 533 mil 748 unidades, lo que representó una reducción en ventas del 30 por ciento.

No obstante que la comercialización de vehículos ligeros en Mayo fue mejor a lo estimado, la fuerte disminución observada del 58.96 por ciento en el mes y 30 por ciento a lo largo del año, se suma a los resultados negativos registrados en el mercado mexicano desde junio de 2017, “con lo que hilvanamos 36 meses con resultados desfavorables”.
Advirtió que la continuidad del cierre de los pisos de venta de las distribuidoras en la mayor parte del país, incluyendo las entidades federativas de mayor venta de vehículos (Cd. de México, Edomex y Nuevo León) seguirá impactando negativamente la comercialización.
Es por ello que los distribuidores de automotores mantienen su solicitud al gobierno federal para ser incluidos como parte de la cadena productiva de la industria automotriz y que la comercialización de vehículos sea considerada actividad esencial para poder abrir los establecimientos.


Ellos se dicen ya preparados para aplicar protocolos sanitarios que cumplen los Lineamientos Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno Laboral y disposiciones complementarias del gobierno federal y con el firme compromiso de salvaguardar la salud de los trabajadores, los clientes y los proveedores.
Guillermo Rosales justificó que la comercialización de vehículos es una fuente relevante de captación de impuestos, generación de empleo y derrama económica que a través de más de tres mil establecimientos contribuye de forma importante a la economía nacional.

En medio de la crisis económica derivada de la contingencia sanitaria, la situación prevaleciente entre la red de empresas distribuidoras de automotores es delicada y requiere su reactivación, concluyó.