Por Alejandro Durán
La pandemia por el COVID19 descarriló la actividad industrial en México, pues durante mayo de este año reportó una caída de 29.7 por ciento, lo que representó el mayor descalabro desde 1981, según datos ajustados por estacionalidad.
De esta manera, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante la caída que reportó la actividad industrial en el quinto mes del año fue mayor a la caída de 17.5 por ciento que se registró en octubre de 1995 (en el marco de la llamada Crisis del Tequila), y al tropiezo de 11.7 de abril de 2009 (en la crisis financiera mundial).
En términos acumulados y con cifras originales (sin estacionalizar), resultó que en la actividad fabril del país registró una caída de 13.7 por ciento en el periodo comprendido de enero a mayo de este año con relación al mismo periodo de 2019.
Por grandes subsectores, resultó que el componente de la minería retrocedió 5.9 por ciento, en tanto que el de las industrias manufactureras cayó 37.1; mientas que la construcción se desplomó 36.3 por ciento. El rubro de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final retrocedió 13.1 por ciento.
Según un reporte del INEGI, al interior de la caída de 30.7 por ciento que anotó la actividad industrial en mayo pasado, destacaron los descalabros que reportaron sectores como el de cutido y acabado de cuero y piel (86.9 por ciento); fabricación de transporte (80.7); y elaboración de prendas de vestir (-76.7 por ciento).
Al respecto, José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo y el Crecimiento Económico (IDIC), afirmó que el impacto que provocó la cuarentena por al COVID19 a la economía mexicana es un daño estructural que implicará de cuatro a cinco años en recuperarse.
En su comparativo mensual, resultó que la actividad industrial registró una caída de 1.8 por ciento en mayo con respecto al mes previo, con base en cifras desestacionalizadas.