Redacción

Las altas temperaturas continuarán afectando a gran parte del territorio mexicano, debido a que se espera en los próximos días la llegada de la primera onda de calor de este 2024.

Así lo pronosticó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) tras indicar que se cuenta con las condiciones meteorológicas para que esto ocurra.

Fue por medio de su pronóstico más reciente que señaló será a partir del sábado 13 de abril cuando la primera onda de calor se presente en el país.

Lo anterior, debido a una circulación anticiclónica en niveles medios de la atmósfera que originará bajas probabilidades de lluvia.

El fenómeno afectará las regiones el noresteorienteoccidentecentrosur sureste del país, incluida la Península de Yucatán.

“Una circulación anticiclónica en niveles medios de la atmósfera originará baja probabilidad de lluvia, así como ambiente caluroso a muy caluroso sobre gran parte del territorio nacional, alcanzando temperaturas superiores a 45 °C en Michoacán Guerrero.

Además existen condiciones para que a partir del día sábado 13 se registre la primera onda de calor afectando el noreste, oriente, occidente, centro, sur y sureste del país, incluida la Península de Yucatán”.

¿Qué es una onda de calor?

El fenómeno consiste en un periodo de más de tres días consecutivos con temperaturas altas, casi siempre combinadas con humedad, explicó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Este se origina debido a la presencia de un anticiclón en niveles altos de la atmósfera, que favorece un ambiente diurno muy caluroso sobre el noroeste, norte, noreste y occidente de la República Mexicana.

Ante una onda de calor, autoridades han recomendó una serie de medidas preventivas para proteger la salud y evitar golpes de calor, deshidratación y otros problemas relacionados con las altas temperaturas.

Hidratación: Beber agua frecuentemente, incluso si no se tiene sed, es fundamental para mantenerse hidratado. Evitar bebidas con alcohol, cafeína o azúcares elevados ya que pueden contribuir a la deshidratación.

Vestimenta adecuada: Usar ropa ligera, holgada y de colores claros. Preferir tejidos naturales como el algodón que facilitan la evaporación del sudor y mantienen el cuerpo más fresco.

Protección solar: Aplicar protector solar con un factor de protección alto, reiterando su uso cada dos horas, especialmente si se va a estar expuesto al sol directamente. Utilizar sombreros o gorras y gafas de sol para proteger la cabeza y los ojos.

Evitar la exposición directa al sol: Buscar la sombra o permanecer en interiores, especialmente durante las horas de mayor radiación solar, que suelen ser entre las 11:00 y las 16:00 horas. Si debe salir, tratar de hacerlo en las primeras horas de la mañana o al atardecer.

Uso de ventiladores o aire acondicionado: Mantener los espacios bien ventilados. Si se dispone de aire acondicionado, usarlo de manera moderada. En caso de usar ventiladores, no dirigir el flujo de aire directamente al cuerpo por períodos prolongados.

Adaptar la alimentación: Preferir comidas ligeras que no requieran de una digestión pesada. Incluir frutas y verduras que aporten agua y sales minerales.

Cuidado especial con grupos vulnerables: Prestar especial atención a niños, personas mayores, y aquellos con condiciones médicas preexistentes, ya que son más susceptibles a los efectos de la ola de calor.

Reconocer los signos de alerta: Saber identificar síntomas de golpe de calor o deshidratación como mareos, fatiga extrema, dolor de cabeza y náuseas. Ante estos signos, buscar asistencia médica inmediata.

Tomar medidas proactivas ante las olas de calor es vital para prevenir complicaciones de salud, garantizando el bienestar durante estos períodos de altas temperaturas.