Redacción

Latinoamérica atraviesa una crisis de empleabilidad, en buena parte por una gran brecha de habilidades. Esto significa, que los candidatos no cuentan con las habilidades requeridas para desempeñar los puestos de trabajo que las empresas ofrecen. Esta brecha es aún más notoria en cuanto a habilidades tecnológicas; de acuerdo con la UNESCO, a finales de 2022 habría un déficit de 48% en mano de obra digital en la región.

Según un estudio de Manpower, 75 por ciento de los jóvenes en Latinoamérica tienen problemas para encontrar trabajo. En el caso de México, 65 por ciento de las empresas enfrentan dificultades para encontrar candidatos que se ajusten a sus necesidades. Además, según los sondeos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), los empleadores buscan principalmente perfiles con habilidades en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas; mientras que la mayoría de los universitarios se centran en ámbitos como administración, derecho, contabilidad y docencia.

En Chile, por su parte, 26.9 por ciento de los adultos tienen un nivel bajo en habilidades tecnológicas, y el país enfrenta un 25% de déficit de profesionales en tecnologías de la información, según fuentes de la OCDE y el Ministerio de Educación.

Esa necesidad de desarrollar habilidades y visibilizar el nivel de destreza, para empatar las necesidades de empresas y profesionistas, es lo que soluciona Acreditta, la startup colombiana pionera en Latinoamérica para acreditar habilidades por medio de insignias digitales, a través de un ecosistema de certificación de logros, habilidades y competencias, basado en credenciales digitales, que conectan a personas y organizaciones con nuevas oportunidades de desarrollo. Dicho esfuerzo se materializa en insignias digitales, que pueden compartirse en redes sociales como Linkedin, Facebook o Twitter. Esto se traduce, sin duda alguna, en una nueva manera de certificar logros y habilidades, más efectiva e innovadora.

Cada insignia es una forma clara, inmediata, verificable y omnipresente de demostrar una competencia en una habilidad determinada. Estas, son consideradas incluso como una nueva moneda, ya que al demostrar evidencia de las habilidades correctas, en el momento oportuno y a través de este formato, puede traducirse en un nuevo empleo, un ascenso, prestigio, asignaciones de trabajo, aceptación en un nuevo programa educativo, etc.

Para los centros educativos, las insignias fungen como certificados siempre portables de su marca; quienes las otorgan reportan hasta el triple de registros en cursos y en su porcentaje de culminación. En el caso de las organizaciones, sirven para reconocer de manera efectiva a los colaboradores e impulsar la productividad, la motivación y el desarrollo de competencias clave en los equipos, apalancando las estrategias de upskilling y reskilling.

“Nuestro objetivo es llevar el tema de los reconocimientos físicos al ámbito digital. A diferencia de los diplomas de papel, las insignias digitales son portables, socializables y tienen mucha más información. Cada insignia te lleva a una página donde te informa quién la emitió y qué habilidades se obtuvieron. Además, son seguras, infalsificables y están protegidas por tecnología blockchain”, explica Anabella Laya, CEO y fundadora de Acreditta.

Otros de los beneficios de las insignias digitales tienen que ver con la proyección de marca y visibilidad online, pues al ser compartidas en redes sociales permite poner la mirada en la organización y definitivamente destaca la marca en el mundo digital.  Asimismo, posibilita el ahorro en tiempo y dinero, pues las insignias digitales son 3x más baratas que los formatos físicos, apoyando los esfuerzos para ser respetuosos con el medio ambiente.

La startup cuenta con presencia en 15 países, con más de 150 clientes B2B y más de 6.000 casos de uso. Hoy en día, ha logrado otorgar más de 450 mil insignias digitales. En México, ya cuenta con más de 15 clientes, entre ellos la Universidad Tecmilenio, UTEL, UDEM, UAG, Elektra, Bimbo, Livepool, Cemix, Laboratorios Liomont, Bedu y Agencia Beso; mientras que en Chile no se queda atrás, con aliados como Banco Bci, USACH, Banco de Chile, Universidad Autónoma de Chile y Bayer Andina.